Pagos de 2’000.000 de pesos mensuales, comida y hasta dormida gratis para los recolectores de café, son los ‘ganchos’ que se ofrecen para la cosecha del segundo semestre que arranca en septiembre.
En la zona cafetera del Tolima (Líbano, Fresno, Santa Isabel, Anzoátegui, Herveo, Villahermosa y Palocabildo, entre otros) se necesitan 25.000 recolectores.
Pero la situación más apremiante la vive Huila, que por años ha sido el primer productor del grano y para mantener esa posición busca al menos 35.000 hombres y mujeres dispuestos a desarrollar estas labores en los campos y fincas de 35 municipios productores, entre ellos Pitalito, Acevedo, San Agustín, Timaná, Tarqui, Guadalupe, Gigante y Garzón.
La aspiración es producir 1’600.000 sacos en este segundo semestre en los dos departamentos.
Jorge Enrique Montenegro, director ejecutivo del Comité de Cafeteros del Huila, cree que mucha de la mano de obra del café se desplazó principalmente a las obras de construcción de la represa El Quimbo, e incluso, a los cultivos ilícitos de otros departamentos, pero también porque las familias optan por vivir en las ciudades con el fin de lograr una mejor educación para sus hijos.
“La recolección es un trabajo digno que ofrece buen pago, además de comida y vivienda cómoda en fincas tranquilas para pasar la noche si el trabajador lo desea”, dijo.
Según las cuentas, un buen trabajador recoge diariamente entre 100 y 120 kilos de café, así obtiene ingresos calculados en 60.000 pesos o más por jornada. El pago por kilo es de 400 y 500 pesos.
En Tolima se vive una situación semejante y así lo constató Wilson Espinosa, líder departamental, quien señala que en esta segunda cosecha se aspira a una producción de 750.000 sacos pero “necesitamos unos 25.000 recolectores”.
Fabio Arenas Jaimes
Corresponsal de EL TIEMPO