Un revuelo e indignación hay en la ciudad de Cartagena luego de que se conociera el traslado desde la cárcel de Ternera a la clínica Shalom, en Barranquilla, del reconocido empresario y excónsul de Colombia en República Dominicana, Alberto Iglesias Donado, quien es procesado por abuso sexual en menor de 14 años, al parecer, contra un integrante de su familia.
“Con base en un dictamen de psiquiatría forense, que indica que el procesado está en grave estado de salud e ideación suicida el cual necesita ser atendido urgentemente e intrahospitalariamente para recibir psicofármacos y psicoterapias, se le otorgaron 12 semanas”, le informó la Fiscalía a EL TIEMPO.
No obstante, esta misma semana, la juez 10 Penal Municipal con función de garantías mantuvo la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario y fue enfática en asegurar que “ésta ni se sustituye ni se revoca”.
Enumerando tratados internacionales, como la Convención Interamericana de los Derechos del Niño, la juez había ordenado, el pasado 8 de abril, la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario para Alberto Iglesias Donado.
Los hechos por los cuales es procesado el reconocido empresario se habrían presentado entre los meses de noviembre del 2014 y junio del 2015 y la víctima fue un nieto de Iglesias, según denunció la madre de la víctima. La defensa ya había solicitado que el hombre fuera recluido en un centro médico pues, presuntamente, presenta quebrantos de salud, pero entonces la juez consideró que el hombre de 75 años representa un peligro para la sociedad.
Apoyados en la Fundación Renacer, que protege a menores víctimas de violencia sexual, fue la propia familia cartagenera de Iglesias quien lo denunció. El caso había generado repudio nacional, pues una vez se conocieron las agresiones sexuales que cometía este hombre contra su nieto, se sumó el caso de una joven, hoy de 27 años, también integrante de la familia que había sido abusada por Iglesias durante varios años.
EL TIEMPO entrevistó a Iglesias en la cárcel donde manifestó estar en buen estado de salud. “No tengo nada que decirle al país ni a mi familia porque soy inocente”, le había dicho a este diario.
"Estamos ante un delito de acto sexual con menor de 14 años agravado porque hay un grado de consanguinidad entre el victimario y la víctima. La pena mínima para este delito va entre los 9 y los 13 años, pero para este caso se solicitó una pena superior a los 15 años porque se presenta un concurso homogéneo repetitivo, teniendo en cuenta que el delito se cometió en repetidas oportunidades", informó uno de los abogados de la Fundación Renacer.
"La Corte Suprema de Justicia ha dicho que sin importar la gravedad del delito, ante un grave estado de salud incompatible con la reclusión, como lo dice el dictamen de Iglesias, por respeto a los derechos humanos, no le queda otra alternativa al operador judicial que proceder en favor del procesado", asegura la Fiscalía.
Una vez termine el tratamiento de 12 semanas en el centro médico barranquillero, el empresario Iglesias deberá regresar al patio para adultos mayores de la Cárcel de Ternera en Cartagena.
JOHN MONTAÑO
Corresponsal de EL TIEMPO
CARTAGENA
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