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El polémico ‘brochazo’ al patrimonio de Cartagena

Fuerte de San Sebastían del Pastelillo en Manga

Fuerte de San Sebastían del Pastelillo en Manga

Foto:John Montaño

Intervención al fuerte San Sebastián del Pastelillo no es el único atentado al legado histórico.

El colosal error cometido por el Club de Pesca el jueves en el sector de Manga, en Cartagena, de intervenir el cordón de piedra que conforma el fuerte San Sebastián del Pastelillo, ha recibido innumerables críticas de la ciudadanía y de expertos.
La fortaleza de piedra de más de cuatro siglos de historia, y que fue la mayor protección de la ciudad contra los ataques de piratas y corsarios, fue intervenida con pañete y pintura, por lo que enfrenta hoy el mayor escándalo después de la torre Aquarela, que hoy se levanta a una cuadra del emblemático castillo de San Felipe de Barajas. Un daño más al patrimonio histórico de la ciudad.

Ellos no siguieron mis procedimientos

Después de un análisis preliminar y de una reunión entre las autoridades locales y nacionales, se concluyó que el Club de Pesca deberá ser el encargado de restaurar el fuerte de San Sebastián del Pastelillo después de haberle aplicado pintura blanca.
Además, se espera la entrega de un informe para determinar a qué sanciones se expone esta institución por haber atentado contra un bien patrimonial.
Saia Vergara, directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC), aseguró que hay voluntad del Club para reparar algo que ellos mismos calificaron como un “error”, pues modificaron las patrimoniales murallas ubicadas cerca del tradicional barrio Getsemaní sin contar con autorización del Ministerio de Cultura, pues ellos solo son los administradores.
El Club de Pesca debe reparar algo que ellos mismos calificaron como un “error.

El Club de Pesca debe reparar algo que ellos mismos calificaron como un “error.

Foto:John Montaño

Ellos deben presentar un proyecto de restauración para este bien de interés cultural, el cual debe regresar a su estado original. Este proyecto debe ser avalado por el arquitecto restaurador Alberto Samudio”, señaló Vergara al término de una reunión con una delegación del Ministerio de Cultura y las directivas del Club de Pesca.
La funcionaria recordó que el Club tiene un plan de mantenimiento desde el 2014, propuesto por el arquitecto Samudio y avalado por el IPCC; sin embargo, la gerencia señala que el contratista utilizó materiales no adecuados, por lo que dijo que fue un “error”.
Tras los daños causados al monumento, con declaratoria de Bien de Interés Cultural, el Ministerio de Cultura informó que el Club de Pesca tiene “la misión de custodiar y conservar el fuerte de San Sebastián del Pastelillo y por ningún motivo podrá efectuar reformas arquitectónicas que puedan variar el estilo original de la fortaleza”.

Debían consultar a experto

El informe preliminar de los arquitectos de patrimonio evidencian que efectivamente hay afectaciones al patrimonio cultural nacional de nuestras murallas

El Club de Pesca de Cartagena ostenta desde 1944 la concesión del fuerte de San Sebastián del Pastelillo, otorgada por la Sociedad de Mejoras Públicas de la época. Y pese a que desde el 2014 cuentan con autorización del Ministerio de Cultura para intervenir las murallas, garitas y otras estructuras del fuerte, siempre deben consultar con expertos en patrimonio y con el ministerio cualquier intervención.
Esto no sucedió en la última intervención realizada al lienzo en piedra de la muralla, el cual, en un gran fragmento, fue sometido a pañete y pintura sin ninguna técnica de restauración.
El arquitecto Samudio fue el restaurador del fuerte durante dos décadas, pero hace dos años dio un paso al costado.
En las murallas se debe aplicar una técnica con mortero de cal y arena, que luego se recubre con resina vegetal.

En las murallas se debe aplicar una técnica con mortero de cal y arena, que luego se recubre con resina vegetal.

Foto:John Montaño

Con Samudio al frente, en el fuerte se hicieron varias intervenciones estructurales y la restauración de pisos y pañetes, “obras costosas que fueron asumidas por el Club de Pesca”.
Cuando dejó el cargo, entregó un manual para el mantenimiento de la fortificación que no fue tenido en cuenta en esta oportunidad, según denuncia.
Samudio asegura que las personas que intervinieron la muralla aplicaron un procedimiento equivocado para eliminar la costra negra, también llamados hongos, que nacen en el fuerte y la garita debido a la exposición al aire libre. Pero solo con lavarlo con agua y jabón, o hasta con un cepillo, hubiera sido suficiente. “Ellos no siguieron mis procedimientos”, asevera.
Para estos casos se debe aplicar una técnica con mortero de cal y arena, que luego se recubre con resina vegetal. Esta resina se saca de la corteza del árbol de guásimo, que se da mucho en Cartagena. Luego de ser cocinada se aplica a la cal, casi húmeda, lo que permite una capa de protección para la muralla, sin afectar su contextura”, añade Samudio.

Para estos casos se debe aplicar una técnica con mortero de cal y arena, que luego se recubre con resina vegetal. Esta resina se saca de la corteza del árbol de guásimo, que se da mucho en Cartagena

Esta técnica de conservación es la que, según el experto, se aplica no solo en otras fortificaciones de Cartagena para protegerlas del salitre, el viento y la humedad, sino además en ciudades de Europa como Roma y Venecia, donde el patrimonio también es amenazado por el hongo negro.
Cartagena, con la reglamentación que tiene, podría ejercer un control del patrimonio, pero el problema es la falta de control, porque los constructores siempre presentan planos con todo en regla, pero construyen algo muy diferente”, denuncia Samudio.
El Ministerio de Cultura también hizo un fuerte pronunciamiento.
"El informe preliminar de los arquitectos de patrimonio evidencian que efectivamente hay afectaciones al patrimonio cultural nacional de nuestras murallas. Por ello hemos acordado una ruta de trabajo para iniciar el proceso de restauración la próxima semana”, señaló desde Cartagena, la Ministra de Cultura Angélica Mayolo Obregón.
Las obras restaurativas se deben entregar a más tardar el 29 de octubre y serán financiadas por el Club de Pesca, sentenció la Ministra.
Hay técnica de conservación que se aplican no solo en otras fortificaciones de Cartagena para protegerlas del salitre, el viento y la humedad

Hay técnica de conservación que se aplican no solo en otras fortificaciones de Cartagena para protegerlas del salitre, el viento y la humedad

Foto:John Montaño / EL TIEMPO

Una historia de polémicas

El arquitecto reconoce que no es la primera vez que la polémica rodea alguna intervención sobre la muralla, pues desde finales del siglo XIX, en nombre del progreso, se han dado algunos hechos históricos sobre este espacio.
A finales de 1800, cuando se empiezan a desarrollar barrios extramurales, las familias y amigos tenían que regresar a determinadas horas o se quedaban por fuera y tenían que dormir en otro lugar; esto más adelante llevó a una protesta para que se abriera una entrada y no tener que estar corriendo para que no le cerraran la entrada”, cuenta el arquitecto.
Samudio es experto en las murallas de Cartagena, y quien precisamente ha liderado las más importantes intervenciones a este fuerte.
La polémica Torre de 'Aquarela' en Cartagena.

La polémica Torre de 'Aquarela' en Cartagena.

Foto:John Montaño- EL TIEMPO

A finales de 1800, cuando se empiezan a desarrollar barrios extramurales, las familias y amigos tenían que regresar a determinadas horas o se quedaban por fuera y tenían que dormir en otro lugar

Otras de las intervenciones más polémicas sobre la muralla se produjo cuando se tuvo que derribar parte de las murallas desde la Puerta del Reloj hasta el baluarte de San Pedro Mártir porque el espacio que comunicaba con la laguna de Yanguas se había convertido en un lodazal y con el aumento de la marea las inundaciones llegaban hasta la plaza de la Aduana.
Hubo una polémica, como todo lo que se hace en Cartagena, y hasta fue necesaria una ley nacional porque la ciudad estaba en quiebra y no tenía cómo pagar esa intervención; entonces había que abrir una licitación para que no cobraran”, explica el experto.
Avanzado el siglo XX, las autoridades en la capital de Bolívar advirtieron que partes de la muralla no serían necesarias, pues ya no estaban expuestos a ningún ataque, por lo que más adelante, hacia 1915, se intervino la zona de los baluartes de Barahona y de Santa Isabel, que cerraban el barrio Getsemaní del lado de la muralla, donde hoy queda el parqueadero del Centro de Convenciones.

Capítulo aparte merece el castillo de San Felipe, ese lugar pasó a manos de la Sociedad de Mejoras Públicas en 1928 y desde ahí se ha iniciado un proceso largo de restauración

En cuanto a daños irreparables, el experto agrega que la ‘joya de la corona’ es lo ocurrido en el castillo de San Felipe, donde se edificó la polémica torre Aquarela, obra de 31 pisos levantada en pleno centro histórico, a una cuadra del emblemático castillo que amenaza la declaratoria patrimonial de la ciudad.
El proyecto de cinco torres que invaden 619 metros cuadrados de espacio público se encuentra detenido y, por ahora, se otorgó un año para decidir qué pasará. La solución sería demoler.
Capítulo aparte merece el castillo de San Felipe, ese lugar pasó a manos de la Sociedad de Mejoras Públicas en 1928 y desde ahí se ha iniciado un proceso largo de restauración. Esa ha sido la polémica más grande en materia de patrimonio, algo que ha trascendido internacionalmente. Y a ese problema le han sacado el cuerpo 20.000 veces”.

Permiso para remover material

Luego de una reunión con el alcalde de Cartagena y la ministra de Cultura y la directora del IPCC, el Club de Pesca informó que solicitó un permiso para remover el material puesto sobre el Fuerte de San Sebastián del Pastelillo.
“Es de aclarar, no va a afectar su estado original. Además de garantizar el acompañamiento por parte de un equipo experto en patrimonio cultural que estará encabezado por el arquitecto Alberto Samudio, connotado y respetado experto en estos temas”, comunicó el Club.
Agregó que este será un proceso con un plazo de 15 días a partir del momento que se les otorgue dicho permiso.

Estamos dispuestos a resarcir esta situación y no escatimaremos esfuerzos para dar pronta solución

El Club de Pesca lamentó que este hecho se haya presentado y aseguró que entiende la molestia de los cartageneros y de los colombianos. Asimismo, indicó que la intención nunca fue atentar contra el patrimonio de la ciudad.
“Estamos dispuestos a resarcir esta situación y no escatimaremos esfuerzos para dar pronta solución y continuar cuidando y manteniendo el fuerte como lo hemos hecho durante 85 años”, expresó.
Finalmente, el Club de Pesca añadió que están a disposición de las autoridades entretanto retiran el material y serán más rigurosos para que este caso “no se vuelva a repetir”.
Cartagena y Nación

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