El martes pasado en horas de la noche el turno con el ‘llamado de alerta’ del corazón le tocó al alcalde de Tunja, Pablo Emilio Cepeda, pero las dificultades cardiacas le pueden ocurrir a cualquier persona, en cualquier momento.
El Mandatario estuvo de buenas porque su problema se detectó inmediatamente y la reacción de las personas que estaban a su alrededor fue muy rápida.
Óscar Jiménez, secretario de Protección Social de Tunja, explica que no pasaron 15 minutos entre el momento en que el Alcalde se sintió mal, molestia en el pecho y ansiedad extrema, y el comienzo de los primeros exámenes por parte de los especialistas de la Clínica Mediláser, en el norte de la ciudad.
Durante todo el tiempo que duró este percance cardiaco, el Primer Mandatario estuvo totalmente lúcido, consciente y en ningún momento hubo temor de que las cosas pudieran complicarse.
Pablo Cepeda respondió bien al cateterismo (ver gráfica) que le realizaron y es muy posible que apenas esté uno o días en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiacos, pase a piso y en cinco días más pueda ser dado de alta, para comenzar la rehabilitación cardiaca.
En estos casos, como lo ocurrido con el Alcalde, el paciente solamente siente el dolor de un pinchazo, como el de una inyección, pues apenas se aplica anestesia local.
En Boyacá hay dos clínicas especializada en este tipo de procedimientos, la Clínica Pozo de Donato y Medilaser. En casos que se registren en otras ciudades y regiones se aplican medicamentos para romper el trombo y estabilizar al paciente, mientras se le traslada para realizarse el procedimiento del cateterismo.
Dice el doctor Jiménez, que lo más posible es que tenga que concederle al Alcalde un periodo de incapacidad médica y que ese tiempo se comience el proceso de rehabilitación cardiaca que podría tardar más de tres meses.
El Alcalde de Tunja tiene 55 años y desde hace algún tiempo fue diagnostica como hipertenso, razón por la cual ha estado tomando medicamentos.
Es muy complicado conocer las razones que originaron el problema cardiaco, pero la tensión alta es factor de riesgo; seguramente asociado a problemas de excesivo trabajo, sedentarismo, abusos con la comida y el trago y estrés.
El Alcalde tendrá que cambiar muchos aspectos de su ritmo de vida, incluyendo implementar un régimen de ejercicios, cambiar hábitos de alimentación, bajar los niveles de estrés y controlar la tensión arterial.
Diciembre y el primer semestre del año son meses en los que se produce un elevado números de infartos y problemas cardiacos, lo que tal vez está asociado con los ‘desórdenes’ propios de las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Oscar Sveins Rincón Peña, médico especializado en cardiología, explica que muchos de estos casos están relacionados con los excesos de fin de año, que se suman a casos de hipertensión, el sedentarismo y el excesivo trabajo y estrés.
Según él, otros casos que llegan con frecuencia a centros de urgencia y a especialistas se originan en que hay personas que mezclan bebidas energizantes con alcohol, lo que se agrava cuando la persona tiene alguna predisposición.
Explica que el infarto tiene varias causas posibles, por obstrucción de las arterias coronarias, con formación de placas de grasa, porque la arteria se rompe o forma un trombo, porque se cierran y por la formación de un coágulo que impide el paso de la sangre.
Los casos más frecuentes tiene que ver, como en el caso del Alcalde de Tunja, con la obstrucción de las arterias por grasa, lo que origina que la sangre no pueda circular hacia el corazón.
Y lo que origina que las arterias se llenen de grasa puede ser la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarimo y la obesidad.
Es frecuente que en las fiestas de fin de ano no solo se abuse del alcohol y la comida, sino que se abandonen los medicamentos.
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