Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
La Plaza San Mateo, de Bucaramanga fue construida por el alemán Franz Tutzer, entre 1928 y 1934. Se convirtió en una de las primeras estructuras comerciales cubiertas del país, que transformó la práctica de distribución periódica de víveres para abastecer diariamente las necesidades de la creciente población bumanguesa.
Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
San Mateo fue el eje del desarrollo del oriente, hasta finales del siglo XX, cuando la plaza original entró en una etapa de continuo deterioro, producido, entre otros hechos, del incendio devastador de 1979, en la primera edificación, en donde hoy se encuentra la plaza de mercado central.
Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
La Alcaldía de Bucaramanga pretende llevar a cabo un plan de intervención, con el fin de que el próximo año cerca de la mitad de la estructura esté restaurada.
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Ubicado en Medellín, el Palacio Egipcio fue el hogar de Fernando Estrada, el primer optómetra de la capital antioqueña. En esta edificación construida entre 1928 y 1931, el respetado médico vivió con su esposa y sus 14 hijos hasta la fecha de su fallecimiento, en 1973.
Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
Esta edificación fue construida por el arquitecto Nel Rodríguez, por pedido del médico Estrada. El edificio permaneció en estado de abandono hasta que la Corporación de Estudios Técnicos de Medellín (Cestec) lo convirtió en un centro educativo y cultural. El Palacio Egipto lleva su nombre gracias a la fascinación que tenía Estrada por las culturas milenarias y por África.
Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
En Manizales se encuentra la escuela Juan XXIII, que fue declarada bien de interés cultural de la Nación en 1984 y abandonada desde 2011. Una acción popular y la decisión de un tribunal evitaron que el abandono del Estado dejara caer el lugar, ya que a principios de este año fue intervenida para mantenerla en pie mientras comienzan las obras para su verdadero renacimiento.
Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
De su interior fueron removidos elementos que le causaban más peso y contribuían al deterioro de la estructura, como una lucarna y un entrepiso. Se espera que a finales de este año, la escuela Juan XXIII vuelva a ser intervenida para darle un nuevo rol como centro cultural.
Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
En los meses posteriores a la tragedia de 1985 en Armero (Tolima), el Gobierno construyó, con el apoyo de donaciones extranjeras, esta edificación que debería servir de sede de la Defensa Civil en la zona norte, para atender posibles eventualidades en el sector urbano del municipio de Lérida. Sin embargo, de nada ha servido y permanece abandonada.
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La Caracola, así se llama esta edificación de 4 pisos que permanece abandonada en uno de los parques entre Armero y Guayabal, en el Tolima. El objetivo era que se convirtiera en un mirador para atraer turistas que quisieran observar lo que quedó después de la tragedia de Armero, en 1985.
Recordamos por qué estas estructuras fueron útiles, pese al polvo y las ruinas que tienen ahora.
En el siglo XIX, sobre estas edificaciones en ruinas, ubicadas en Cúcuta, se erigían las 13 estaciones del complejo ferroviario que atravesaba el oriente del país hasta desembocar en el Lago Maracaibo, de Venezuela.
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En 2018, estos predios, ubicados en el área metropolitana de Cúcuta, serán objeto de restauración por parte de la Corporación de Amigos del Patrimonio de Norte de Santander (Corpopatrimonio), que se unirán con algunos entes territoriales para fomentar entornos culturales en estas estructuras carcomidas por el abandono.