Un grupo de funcionarios de la Oficina de Gestión de Riesgo de Norte de Santander se desplazó en la mañana de este miércoles para evaluar la magnitud de las emergencias que se presentaron en zonas rurales de los municipios de La Esperanza y Pamplona durante las precipitaciones de las últimas horas.
Según un reporte de los organismos de socorro, un total de siete viviendas resultaron afectadas por deslizamientos y crecientes súbitas de los afluentes, que ocurrieron en horas de la madrugada, en estas localidades al sur del departamento.
Por ahora, nos mantenemos en monitoreo y en alerta por los movimientos de tierra
En la vereda Monteadentro, del municipio de Pamplona, tres hogares quedaron destruidos por el material de arrastre que desplazó las aguas engrandecidas de quebradas aledañas a esta comunidad rural.
La emergencia aumentó la turbiedad en los cauces que abastecen el acueducto del casco urbano, obligando a las autoridades locales a suspender el suministro de agua mientras adelantan las labores de limpieza en el sistema de tanques recolectores del líquido vital.
“Estamos a la espera de los informes que entregue el Ideam sobre los pronósticos de lluvias para alistar las medidas de respuestas que se implementarán ante estos fenómenos naturales. Por ahora, nos mantenemos en monitoreo y en alerta por los movimientos de tierra”, indicó Anelfi Balaguera, director de la Oficina de Gestión de Riesgo de Norte de Santander.
Entretanto, en el municipio de La Esperanza, las lluvias desataron deslizamientos en la vía nacional que comunica al departamento del Cesar.
Sin embargo, el paso vehicular fue rehabilitado horas después, gracias a los trabajos de remoción que adelantó el banco de maquinaria de la Gobernación de Norte de Santander.