La tranquilidad de la que gozaron un par de años los habitantes de la zona rural de San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá, en el Caquetá, se esfumó cuando en diciembre del 2016 un grupo de disidentes de las Farc empezaron a convocar a encuentros para advertirles a los campesinos que ese pequeño grupo rechazaba los acuerdos de paz e iban a continuar recogiendo el aporte económico de la población para "seguir con su lucha".
Así lo narraron habitantes de estas zonas. En total son ocho veredas de San Vicente y cuatro de Cartagena del Chairá que se encuentran en medio de un dilema, pues, según la Defensoría del Pueblo, el 13 de enero una persona que se identificó como miembro de las Farc le notificó a la población que si colaboraban con los disidentes tendrían problemas con el grupo guerrillero.
“Esta zona, ubicada entre los límites de ambos municipios, siempre ha tenido presencia del Frente 14, el cual era liderado por alias Alexander Mojoso, quien es la persona que ahora encabeza el grupo de disidentes; las autoridades creyeron, a finales del mes pasado, que se trataba de miembros del Eln, pero se pudo comprobar que eran disidentes”, expresó Jorge Enrique Calero, director del Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo.
El pasado 10 de enero, las Farc confirmaron que se registró un enfrentamiento entre hombres de esa organización y una disidencia que decidió mantenerse en armas en el departamento del Caquetá.
En un comunicado, el Bloque Sur señaló que en la vereda Tailandia, del municipio de San Vicente del Caguán, se registró el choque armado “entre unidades de este bloque, con un comando en cabeza de 'Alexander Mojoso', quien resolvió abandonar nuestras filas, 'pretextando' no compartir la actual política de paz llevada a cabo entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc”.
La guerrilla señala que en el enfrentamiento murió uno de los integrantes de la disidencia. Uno de los moradores de esta zona, donde sus habitantes se dedican principalmente a la ganadería, señaló que la persona que murió en los enfrentamientos era la compañera sentimental de Mojoso.
“Las reuniones con el grupo de 'Mojoso' empezaron el 7 de diciembre. La comunidad está muy preocupada porque quieren reclutar gente y nos están pidiendo plata; nosotros no queremos eso, ya muchas personas tuvieron problemas en una época con 'Alexander' y a muchos les tocó irse por amenazas”, sostiene uno de los habitantes de La Novia Celestial, una pequeña vereda ubicada al nororiente del departamento.
Habitantes de estas 12 veredas confirman que el grupo es de cerca de 10 hombres, pero no se puede precisar qué tan cierta es la cifra.
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“Ya se ha dicho del riesgo que se presenta ante la retirada de las Farc en los territorios, lo cual va a generar que el control pase a manos de disidencias o que ingresen nuevos grupos armados. Antes las Farc dirimían los conflictos comunitarios y ahora estos grupos están ejerciendo esos castigos y normas de conducta”, denuncia Calero.
Alcaldes piden atenciónPara los mandatarios locales, el Gobierno es quien debe velar por la protección de la ciudadanía afectada por las disidencias de las Farc.
“Es urgente que el Gobierno logre concretar que estas personas lleguen a las zonas de concentración, de lo contrario poco se logrará con el acuerdo de paz”, señala Humberto Sánchez, alcalde de San Vicente del Caguán.
A su vez, el alcalde de Cartagena del Chairá, Luis Francisco Vargas Correa, aseguró que una de las zonas veredales definidas en la zona tuvo que ser cambiada por los actos violentos de estas personas que no quieren acogerse a la desmovilización.
“Esperamos que la oficina o el equipo del proceso de paz estén pendientes, le pedimos al Gobierno que se dé ya el cumplimiento de la firma entre el Gobierno y las Farc, están desprestigiando el proceso”, dijo Vargas Correa.
El director del SAT advirtió que en el Guaviare y el Meta también hay afectaciones por parte de las disidencias del grupo guerrillero.
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Sobre los disidentes, Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, uno de los líderes de las Farc, dijo el martes pasado que la guerrilla está comprometida con la paz y que quienes abandonaron las filas para formar disidencias deben "asumir las consecuencias de la decisión que tomaron".
"Nosotros estamos haciendo la paz y vamos a seguir haciéndola (...), los que no se sumen, que asuman las consecuencias de la decisión que han tomado", dijo ‘Catatumbo’ en La Venta, una aldea del municipio de Caldono, departamento del Cauca.
Mientras tanto, la comunidad en zona rural del Caquetá vive con temor lo que hasta hace poco fue la ilusión de tener una zona libre de la presencia de grupos armados.
“Que el Gobierno nos garantice seguridad e inversión en la zona, ya que este territorio ha sido siempre habitado por las Farc”, agregó un habitante del sector.
MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA
Redactor de EL TIEMPO