Si las aves cantan, ¿se les puede producir un álbum? La respuesta afirmativa a esa pregunta tiene a Juan Pablo Culasso, experto en los sonidos de estos animales, trabajando en Caldas.
Este uruguayo de 30 años lleva casi media vida dedicado a estudiar estas melodías. Pero se hizo famoso en toda América Latina por su participación en el programa ‘Supercerebros’ del canal Natgeo, donde hizo gala de su oído absoluto para ganar el concurso.
“Manizales es como una segunda casa”, dice. Es la tercera vez que viene a la ciudad y su quinta estancia en Colombia. Su objetivo en esta ocasión es producir un disco con los cantos de las especies de aves más representativas de Caldas, similar a otros trabajos que ha realizado en su país y en Brasil.
La idea –reconoce– fue de su amigo Mauricio Londoño, gerente del hotel Tinamú, una reserva natural privada en la vereda San Peregrino de la ciudad, a 14 kilómetros del centro. La Alcaldía, la Gobernación y otras entidades públicas del municipio y el departamento también apoyan el proyecto.
Culasso explica que “no se está buscando cantidad de especies, sino unas que sean significativas, como insignias del departamento”. Un ejemplo es el perico de Los Nevados, que solo está en ese parque nacional natural y al que grabó el viernes pasado en un ascenso hasta los 4.300 metros sobre el nivel del mar.
Pero el gran reto vendrá esta semana, cuando se dirija al corregimiento San Félix, en Salamina, para buscar entre sus palmas de cera al amenazado loro orejiamarillo. Ya estuvo también en la reserva de Rioblanco y el Ecoparque los Alcázares Arenillo, ambos en las afueras de Manizales, e irá a Florencia, corregimiento de Samaná, y a Las Brisas, en Anserma.
Entre un viaje y otro, tras grabar entre las 5 y las 6 de la mañana en busca de silencio, el experto ha recibido la visita en el hotel de estudiantes del Instituto Técnico Francisco José de Caldas y a beneficiarios de una fundación de adultos invidentes para darles charlas sobre su trabajo.
Para Culasso, esa posibilidad de divulgación es su motivación principal. Por eso el álbum que produzca a partir de sus grabaciones quedará disponible para el público en el nuevo centro cultural del Banco de la República, que se construye en el centro de Manizales, y se le entregará gratis a universidades y colegios.
Con el mismo impulso se inscribió al reconocido programa concurso del que, sin esperarlo, salió vencedor. “Quería mostrar que una persona ciega –él lo es de nacimiento– puede hacer algo distinto”.
Lo logró.
Sin más referencia sobre el aspecto físico de un ave que la adquirida por medio del tacto en museos de historia natural, ha escuchado tantas que se le hacen innumerables, desde la Antártida hasta Estados Unidos; es incapaz de escoger una favorita, pero sí puede diferenciar el acento de los populares copetones, entre los de diferentes países.
Por eso Londoño pensó que era la persona ideal para hacer una complicación de los sonidos de las aves de Caldas, donde habita cerca de la mitad de las 1.912 especies que hay en Colombia en menos del 1 por ciento de su territorio. Por esta razón, el departamento le está apostando a fortalecer el turismo alrededor de su avistamiento.
“En fotos ya hay bastante –dice el uruguayo– y la gente se cansa de lo mismo. Pero se sorprende cuando escucha el sonido, porque siempre está en segundo plano y la vista es un sentido que apriosiona, que limita. Mostrar las aves desde un ángulo diferente es un buen abrebocas para que la gente entienda que Caldas es importante y que vale más un bosque intacto que tumbarlo para extraer recursos naturales”.
MANIZALES