Las autoridades detuvieron este sábado a 11 ciudadanos venezolanos que trabajaban de manera ilegal en Pamplona, Norte de Santander.
Según Migración Colombia, que adelanta un proceso de deportación sobre estas personas, la Policía de ese departamento informó que los extranjeros estaban ejerciendo labores como vendedores informales.
Este grupo de extranjeros, proveniente en su gran mayoría del estado fronterizo de Táchira, no contaba con la documentación en regla.
Gracias al llamado de la comunidad ante el flujo desmedido de personas del vecino país que registra esta localidad ubicada a 58 kilómetros de Cúcuta, la Policía desplegó un operativo por sus calles, donde se documentó la presencia de 200 personas de otra nacionalidad.
La incursión, que finalizó el jueves, fue enérgicamente rechazada por el gobierno presidente Juan Manuel Santos, quien calificó la situación como "inaceptable". Los militares venezolanos estuvieron instalados en una playa sobre la ribera colombiana del fronterizo río Arauca, según determinó el gobierno en Bogotá.
Colombia y Venezuela comparten una porosa frontera de 2.200 kilómetros. En 2015 y 2016, la relación bilateral se tensó tras el cierre de la línea limítrofe, ordenado por el presidente Maduro aduciendo problemas de contrabando, narcotráfico y seguridad.