Pequeña resultó la capilla de La Divina Misericordia para albergar a tantas personas y tanto dolor por el adiós a la pequeña Yuliana Andrea Samboní, asesinada en un apartamento en Bogotá.
El oficio religioso se realizó el viernes hacia las 6 de la tarde en la vereda El Tambo, del corregimiento Los Milagros, en el municipio de Bolívar.
Todo el día se estuvo a la espera de la mamá, Nelly Muñoz, quien tras quebrantos de salud fue trasladada este viernes en ambulancia desde Popayán a El Tambo, un recorrido de más de ocho horas.
Su arribo se hizo hacia las 6 de la tarde cuando ya se había iniciado el oficio religioso. Einer Zúñiga, presidente de la junta comunal de Los Milagros, expresó que a pesar de que el recorrido se hizo en medio de la lluvia, decenas de personas acompañaron el sepelio.
Luego de la vigilia se realizó su traslado al campo santo, en medio de la voz “Yuliana somos todos”.
“Estamos muy dolidos. Si a las autoridades les queda grande hacer la justicia a este señor que tiene demasiada plata, yo digo que a mi Dios nada le queda grande en este mundo”, afirmó uno de los tíos de Yuliana.
Mientras tanto, la dirigencia indígena está pendiente del proceso de la justicia ordinaria contra el arquitecto Rafael Uribe Noguera, capturado por el crimen y ultraje a la menor de 7 años.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) señaló: “Exigimos insistentemente a los poderes judicial, ejecutivo y legislativo aunar esfuerzos para que sobre el victimario de Yuliana Samboní caiga todo el peso de la ley y pague por sus hechos”.
Y también indicó: “Invitamos a nuestra sociedad indignada para que sumemos corazones, fuerza, saber y voluntad para que más Yulianas y sus familias no sigan perdiendo la esperanza”.
Juvencio, su papá, y Nelly son oriundos de Bolívar, municipio de unos 46.000 habitantes, la mayoría en el sector rural, y hace cuatro años decidieron viajar a Bogotá en busca de oportunidades, pero Yuliana se quedó con su familia en Bolívar. Hace un año viajó a Bogotá, con el final que hoy indigna al país.
POPAYÁN
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