Vías intransitables que aún permanecen taponadas por derrumbes, puentes caídos que aíslan poblaciones, accidentes de tránsito, extensos cultivos de arroz arrasados y hasta personas muertas es el saldo que deja la devastadora acción del invierno en Huila y Tolima.
Al menos 30 municipios de los dos departamentos sufren las duras consecuencias, pero en Tolima una veintena de emergencias llevó a la Gobernación a decretar la alerta amarilla.
Fernando Borja, secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo en Tolima, señaló que durante marzo se han registrado inundaciones, deslizamientos y aguaceros tan fuertes que provocaron un derrumbe que sepultó a la ciudadana María Lucía Londoño, quien se encontraba en su casa del municipio de Líbano.
“Hospitales, organismos de socorro y comités de atención deben estar listos para prestar ayuda ante cualquier eventualidad”, afirmó Fernando Borja.
Los daños se presentan en Líbano, Villa Hermosa, Ataco, Casabianca, San Luis, Venadillo, Guamo, Fresno y Coyaima, donde el río Saldaña inundó plantaciones de plátano.
La Gobernación solicitó ayuda a la Sexta Brigada en el tema de suministro de maquinaria para destapar vías en Chaparral, Rioblanco, Casabianca, Santa Isabel y Anzoátegui.
Asimismo, la Compañía Energética del Tolima (Enertolima) lanzó una alerta para atender emergencias por el desplome de postes y daños en las redes debido a la caída de árboles.
En Ibagué, los derrumbes mantienen incomunicadas las veredas Potrero Grande, La Pedregosa, La Gaviota, El Gallo, San Juan de la China, Cócora y Astilleros.
En Huila, la situación también tiende a complicarse por las crecientes de los ríos Ceibas, Neiva y Riofrío, que arrastran viviendas y hasta bocatomas de acueductos, como ocurrió en Campoalegre y Rivera.
En Neiva, por ejemplo, las crecientes del río Ceibas, que alimenta el acueducto de la ciudad, han llevado a la suspensión del servicio de agua a más de 400.000 habitantes.
El alcalde Rodrigo Lara Sánchez decretó la calamidad pública para atender los daños del invierno en las veredas Las Nubes, Pueblo Nuevo, Tuquila, La Plata, Motilón, Alto Motilón y Platanillal, donde el desbordamiento de los ríos Ceibas y Fortalecillas destruyó fincas, cultivos y carreteras. Allí es urgente atender daños en 80 predios y las afectaciones en más de 100 hectáreas de café, caña de azúcar, cacao y plátano.
Más de 50 familias manifestaron haber perdido todo por el invierno.
EL TIEMPO
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