Ambos nacieron en Villavicencio, los dos en el Clínica Martha. Saúl Herreño siempre estudió en el CDE, mientras que Aura María Quiroga hizo la primaria en el Colegio de La Sabiduría y el bachillerato en La Salle. Ayer fueron exaltados por los cronistas deportivos del Meta, agremiados en la Acord, como los mejores deportistas masculino y femenino del año.
El año de la consagración de SaúlUna infección en un oído cuando apenas tenía 6 años llevó a Saúl Herreño Fernández a elegir los patines en lugar de la natación. Desde entonces lleva doce años rodando con férrea disciplina.
Su señora madre, Emperatriz Fernández, dice que nació a las 5:20 de la mañana del 18 de abril de 1999 en la Clínica Martha de Villavicencio y desde los 6 años monta patines.
Recuerda que para una Navidad le regalaron a su hijo unos patines que le costaron $35.000 y que pronto los dominó al punto que se sentía incómodo porque no podía correr mucho.
Eso la condujo a inscribirlo en la escuela de patinaje de la Caja de Compensación Cofrem, donde a la par de sus estudios empezó a tomarle amor al deporte que hoy lo llena de gloria.
Saúl recuerda que a los 6 años empezó a practicar natación y patinaje, pero debido a una infección en un oído dejó la natación y se dedicó al patinaje.
Por esa época hubo un campeonato departamental y Norma Martínez, la profesora en su ciclo de formación en la escuela de patinaje de Cofrem, lo animó para que siguiera en ese deporte al descubrir que tenía muy buena talento.
La primaria y el bachillerato los hizo en el CDE de la Esperanza, donde los profesores lo apoyaron porque desde pequeño viajaba a las competencias y “ellos me conocían porque fui disciplinado y les respondía en los trabados, las exposiciones o evaluaciones”.
En esa tarea le ayudaron su mamá y una compañera del colegio y cuando llegaba de las competencias ya sabía que tenía qué hacer.
Diariamente entrena entre cinco y siete horas, bicicleta, patines y gimnasio, para los campeonatos mundiales, sostiene que era como un “zángano solo entrenaba –entre 8 y 9 horas diarias–, comía y dormía”.
Su consagración fue en el Campeonato Mundial de Patinaje en Nanjing (China) donde ganó dos medalla de oro, una de plata y una bronce.
Le gusta rumbear con su amigos, pero “no tomo, soy cero alcohol y cuando voy a fiestas me gusta bailar”. Sostiene que ha tenido novias, pero nada serio.
En el 2015 se gradúo bachiller y el año pasado estaba estudiando inglés, pero por los viajes tuvo que dejarlo. Desea estudiar ingeniería civil, “pero, por ahora, mi prioridad es el patinaje”.
‘Mi novio es el rifle’: Aura MaríaUnos ojos miel llenos de luces y frescura que apuntan a lo más alto de la consagración como deportista de elite mundial deja ver Aura María Quiroga Luque.
Su señora madre Martha Luque dice que nació a las 7:30 de la mañana del 3 de noviembre de 1995 en la Clínica Martha de Villavicencio y que el médico Jairo Linares fue quien la recibió.
Aura María recuerda que en el segundo semestre del año 2011, cuando estaba en el colegio la Salle y practicaba tenis, su mami le sugirió que se inscribiera en tiro. No quería y a regañadientes se inscribió, tenía 15 años y para sorpresa muy pronto le empezó a ir bien.
Tanto que en el 2012 participó en los juegos nacionales y ganó dos medallas de plata. Pero el mejor año fue este, al lograr dos medallas de oro y una de bronce en el XV Gran Prix Internacional de, en Arequipa (Perú).
Y el próximo año está preseleccionada a competir con la Selección Colombia en los Juegos Bolivarianos, de noviembre.
Hoy, tiene 21 años, y combina sus estudios profesionales con su deporte. Acaba de terminar el sexto semestre de Marketing y Negocios Internacionales en la Universidad Sergio Arboleda de Bogotá.
Procura estudiar de 7 de la mañana a la una de la tarde, para entrenar en la tarde. El semestre pasado, con el aval de sus papás, solo inscribió tres materias para poder dedicarles tiempo a sus entrenamientos.
El deporte que practica es muy costoso. Un rifle puede costar entre 11 y 30 millones de pesos y cada día debe pagar 10.000 pesos en el polígono de Bogotá para poder entrenar. Eso y la falta de un polígono en el Meta ha ocasionado que sus compañeros dejen de practicar Tiro Deportivo.
El año pasado eran seis deportistas y de ese grupo solo ella siguió compitiendo. Claro, hay algunos que creen que ya son Mariana Pajón y aún les falta, “toca con calma”, dice. No tiene novio ni le preocupa tenerlo, por ahora, “mi novio es el rifle”, dice.
Su técnico Fideligno Reina sostiene que es una deportista muy dedicada a su entrenamiento, a ver videos y a aprender cada día y como persona es muy espontánea y chévere. En competencia es muy segura y concentrada en la etapa de clasificación, pero en las finales aún la atacan los nervios.
LLANO SI7EDÍAS
@nelard1
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