Con daños posiblemente irreparables fueron encontrados por expertos los retablos, el púlpito, los confesionarios y los apliques del arco toral de la capilla doctrinera de Sáchica luego de los trabajos de intervención que fueron adelantados hace algunos días.
Las obras corrieron por cuenta del actual párroco de esa población quien, sin permiso de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, y sin contar aún con estudios técnicos preliminares, desmontó y modificó varias joyas de la época de la colonia, de la mano de un artista plástico y artesanos.
El retablo principal del altar mayor, por ejemplo, perdió su hojilla de oro original perteneciente al siglo XVII y fue reemplazada por una de menor calidad, mientras que la madera del retablo de Las Ánimas, atribuida a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, fue pulida. La imagen, entre tanto, fue desmontada.
“Puede que se haya actuado de buena fe pero se quebrantó la ley y se realizaron procedimientos no adecuados, haciendo que las obras pierdan su belleza y autenticidad”, explicó Paula Matiz, restauradora.
Y es que se trata de retablos y pinturas declaradas Bienes Muebles de Interés Cultural del ámbito Nacional que para su intervención requieren permiso del Ministerio, entidad que verifica la existencia de estudios preliminares para poder aprobar tales arreglos.
En eso trabajaba una historiadora, un arqueólogo y la restauradora, quienes acababan de conseguir recursos de la Fundación para la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural Colombiano del Banco de la República, que avaló la iniciativa con 69 millones de pesos para la intervención profesional de esas piezas.
“Nosotros habíamos conseguido plata para hacer los estudios y lograr que el Ministerio permitiera intervenir la obra, el párroco lo sabía pero cuando llegamos él ya había decidido intervenirla”, explicó Matiz.
Ismael Raba, párroco de Sáchica habló con Boyacá Sie7e Días y dijo que está a la espera de que el Ministerio haga el estudio correspondiente.
“Ya se está pidiendo el permiso para arreglar los cuadros, como consta en el contrato que se hizo con la ONG del Ministerio. Cuando venga el Ministerio de Cultura ellos serán los que me interroguen”, dijo.
Lo cierto es que el Ministerio de Cultura ya le emitió un comunicado al párroco pidiéndole suspender la intervención de forma inmediata y enviar información sobre el estado actual de los bienes, la ubicación de las pinturas de caballete y las acciones realizadas.
“Puntualmente, es preocupante el desarrollo de actividades como pulido, eliminando el dorado original de los retablos y marcos, así como la aplicación de nuevos materiales principalmente pinturas doradas y/o laminillas de baja calidad, que afectan los valores que le profieren las calidades de Bienes Muebles de Interés Cultural Nacional, a la colección de este templo y ocasionan deterioros irreversibles en el Patrimonio Cultural Mueble”, reza la carta del Ministerio.
El Ministerio remitió copia a la Conferencia Episcopal de Colombia con quien hay un convenio de cooperación para la protección, recuperación, conservación, restauración, sostenibilidad y divulgación de estos bienes. “Los párrocos pueden tener asesoría permanente en estos temas, pero no todos saben que pueden solicitar ese tipo de ayudas”, explicó la restauradora Paula Matiz.
Boyacá Sie7e Días
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