La capital del Magdalena comenzó el 2017 con una alta afluencia de visitantes nacionales y extranjeros.
Desde el primero de enero hasta el puente de Reyes Magos, las playas y principales atractivos turísticos como el Parque Tayrona estuvieron llenos de turistas y la ocupación hotelera llegó al 83 por ciento, según Cotelco, capítulo Magdalena.
“El puente festivo de Reyes fue el de mayor ocupación. El sábado estuvo por encima del 94 por ciento. Se destaca que vino gente de todos los rincones de Colombia, pero aumentó notablemente el turismo internacional, especialmente de Estados Unidos, Argentina, Canadá, España e Inglaterra”, dijo el presidente del gremio hotelero samario, Omar García, y agregó que se espera que el flujo de visitantes se mantenga hasta el próximo fin de semana.
El pasado puente festivo también se dio inicio a la temporada de cruceros en Santa Marta con la llegada de tres embarcaciones al puerto local.
El sábado arribó el crucero Ámsterdam, procedente de Fort Lauderdale (Estados Unidos), con 1.130 pasajeros de Estados Unidos, Canadá, Holanda, Francia, Hong Kong y España.
El domingo llegó la embarcación Pacific Prince, proveniente de Aruba, con 700 personas, y el lunes arribó Serenissima, desde Curazao, con 143 entre tripulantes y pasajeros, quienes visitaron El Rodadero, Taganga, la Quinta de San Pedro Alejandrino y el Centro Histórico.
El gerente de proyectos turísticos del Distrito, Aldo Hernández, dijo que este mes se espera el arribo de seis cruceros en total. “Eso es un buen presagio de que este año nos van a visitar muchos cruceros”, dijo.
La mala imagenPese a que Santa Marta se consolida como uno de los destinos preferidos por los viajeros nacionales y extranjeros para disfrutar de sus vacaciones, el desbordamiento de aguas negras en El Rodadero y el Centro Histórico, el caos vehicular y la informalidad son los lunares de esta temporada turística. “El desbordamiento de aguas residuales fue la queja número uno en El Rodadero y también en el Centro Histórico. Además la invasión del espacio público, especialmente en las playas (…) En el corredor turístico del sur, los hoteleros y vecinos de ese sector de Plenomar, Pozos Colorados, Bello Horizonte y Don Jaca se quejaron porque hubo muchos vendedores informales”, dijo García.
Aseguró que la hotelería paralela tiene responsabilidad en el rebosamiento de las alcantarillas en El Rodadero porque en los apartamentos que arriendan por días no controlan la capacidad de carga.
“En apartamentos con capacidad para hospedar máximo cuatro o cinco personas, se quedaban 10, 12 o 15 personas”, expresó.
El gerente de la Promotora Turística de El Rodadero, Iván Calderón, coincidió en que el rebosamiento de las aguas negras fue el principal lunar de la temporada turística y la queja más frecuente de residentes, comerciantes, hoteleros y visitantes.
“Es triste porque causa mala imagen y malos olores, es un tema que se volvió recurrente y están desesperados”, dijo.
Metroagua, operadora de los servicios de acueducto y alcantarillado, informó, a través de un comunicado, que desde el inicio de la temporada están atendiendo con personal especializado y equipos de succión los inconvenientes que se registran con el alcantarillado en El Rodadero.
Según la empresa, esto se debe a la descontrolada sobre ocupación hotelera y de apartamentos y la manipulación indebida de las redes por personal no autorizado, el arrojo de basuras en los manholes y la compactación de la grasa utilizada en restaurantes y negocios de comida rápidas que carecen de trampas.
El alcalde Rafael Martínez rechazó los argumentos de Metroagua por trasladar la responsabilidad del desbordamiento de aguas negras a la ciudadanía o los turistas, cuando esta situación no solo se registra en temporadas altas de turismo.
Aseguró que esto, realmente, obedece a que “la mencionada empresa, durante más de 25 años, no ha corregido a tiempo los diversos problemas de redes de acueducto y alcantarillado que aquejan a la ciudad”.
A propósito, una turista proveniente de Ibagué dijo que era algo inaudito ver cómo se viene a pasar unos días de descanso, junto con la familia, y encontrarse con ese cuadro. “No hay justificación; las autoridades de Santa Marta están obligadas a solucionar esto de manera inmediata”, anotó.
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