La Universidad del Tolima comenzará a salir de la crisis con una serie de medidas que buscan su estabilidad financiera, ya que cerró el año con déficit acumulado de 24.000 millones de pesos.
Las principales medidas son la supresión de unos 60 cargos burocráticos, que significan un ahorro de 6.000 millones de pesos, así como un aumento de las transferencias que hace el gobierno departamental, las cuales pasarán de 3.800 a 6.400 millones por año.
El aumento de las transferencias ha tenido resonancia y ha sido calificado de histórico, toda vez que, en 56 años, este claustro no había tenido modificación alguna en este tipo de recursos, mientras sus obligaciones de ofrecer educación de calidad crecían.
“Encontramos que en los últimos tres años la burocracia se incrementó un 400 por ciento, y eso explica que en lo que menos se invertía era en educación”, afirmó Óscar Barreto, gobernador del Tolima y presidente del Consejo Superior de la universidad, quien agregó que las dificultades son de tipo administrativo, financiero y de “ingobernabilidad, pues nos demoramos casi un año tratando de conocer a fondo la verdadera situación, ya que ni la misma institución la conocía”.
“El desorden era de tal magnitud que todo mundo mandaba, ordenaba y gastaba”, aseguró Barreto, quien consideró inaplazable el apoyo económico a través de las transferencias, porque esta entidad pública es la única posibilidad de formación académica que tienen los jóvenes de condiciones humildes del Tolima.
El Gobernador señaló que la institución había perdido el rumbo “por dedicarse a discusiones administrativas y burocráticas”, cuando debería estar al servicio del desarrollo o brindando apoyo a los municipios y al gobierno departamental en cada una de sus tareas.
El rector, Ómar Mejía, quien asumió el cargo en agosto pasado tras la renuncia del reelegido José Herman Muñoz Ñungo, aseveró que las medidas buscan la estabilización financiera, y según sus cálculos, el presupuesto de gastos tendría ahorros por más de 10.000 millones de pesos al año, “meta que nos daría la posibilidad de salir de la crisis, que lleva varios años”.
Alejandro Martínez, presidente de la Asamblea del Tolima, manifestó que la corporación apoya de manera decidida el aumento de las transferencias para fortalecer las finanzas, garantizar la investigación y ofrecer una oferta académica sólida y de calidad.
“El Plan de Desarrollo establece, como política pública, el respaldo al talento humano a través del sector educativo”, dijo Martínez.
IBAGUÉ