El incremento en el consumo de café por parte de los jóvenes, que llegó a un 74 por ciento en 2017, fue uno de los principales hallazgos del estudio de café en el Quindío, realizado por la Cámara de Comercio de Armenia.
El presidente ejecutivo de la Cámara, Rodrigo Estrada, señaló que la comercialización de los cafés especiales “ha crecido muchísimo, tanto en plantas tostadoras como, fundamentalmente, en tiendas de café y, lógicamente, en el consumo”.
Según Estrada, la mezcla entre gastronomía y cafés especiales en un solo lugar ha aumentado por cuenta del turismo nacional y extranjero que llega al departamento.
El año pasado se registraron 100 tiendas de café especiales mientras que este año ya son 125. “Los jóvenes, por ejemplo, están consumiendo mucho más cafés especiales y están pagando más por un café. Están valorando el proceso”.
La Cámara ha contribuido con eso pues, desde el año pasado, realiza catas públicas y gratuitas en diferentes tiendas de cafés especializadas, donde catadores certificados les enseñan a los consumidores a identificar los diferentes tipos de café.
Otra conclusión del estudio, que se enfocó en plantas tostadoras, tiendas especializadas de café, hábitos de consumo de café de los quindianos y consumo de café en los jóvenes, es que en Quindío se producen cerca de 196.831 libras de café gourmet tostado mientras que otras 32.541 libras son de café tradicional tostado.
Comparado con la producción reportada el año anterior, el procesamiento de café especial se incrementó en un 38 por ciento mientras que el de café tradicional disminuyó en un 47,7 por ciento.
Nicolás Montero es el dueño de Café 360 grados, una de las empresas con mayor crecimiento en este sector. Inició su negocio hace más de cinco años comprándole el café a su abuela para vendérselo a empresas y restaurantes.
Luego pasó a comprarles el grano a productores de Montenegro y abrió su primera tienda en un contenedor. Después gestó el proyecto de Container City en Armenia, trasladó su tienda para este sitio y, hace 20 días, abrió la segunda tienda pero con un valor agregado, ahora es restaurante.
También acaba de firmar una alianza con Jesús Bedoya, dueño del café Jesús Martín, con el propósito de buscar cafés de más alta calidad. “Cuando iniciamos, la gente quería un tinto, no un café. Quería que fuera por muy bajo precio y no entendía que nosotros cobráramos un poco más porque había un proceso de calidad, pero creo que ahora el consumo local ha cambiado; el consumidor exige una buena taza de café”.
ARMENIA
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