Luego de casi una década de tire y afloje entre la comunidad y un reconocido molino de arroz, localizado en la comuna ocho (vía a Acacías), por supuesta contaminación ambiental, parece ser que por fin llegarán a feliz término.
La secretaria de Medio Ambiente, Jennifer Aroca, manifestó que luego de una serie de reuniones quedaron definidas acciones que mitigarán notablemente el impacto que genera la producción de esta industria.
“En una reciente visita pudimos evidenciar, como lo manifestó la comunidad anteriormente, la presencia de material particulado (como lo muestra la fotografía), ahora el representante del molino se comprometió a hacer unas inversiones para mitigar el impacto”, recalcó la funcionaria.
Se trata de artefactos, conocidos como megaciclones, que se instalan en las torres de secado del grano, y cuyo trabajo demorará unos 15 días. Su función es controlar el impacto en las emisiones de la atmósfera.
“El ingeniero ambiental que asistió a una reunión que convocamos hace poco explicó que en los últimos días aumentó la producción por la cosecha y eso obligó a mantener el molino en operación durante más tiempo. Sin embargo, también aclaró que cuentan con los permisos ambientales en regla”, manifestó la secretaria.
Precisamente, una de las acciones que se van a tomar es cotejar con la autoridad ambiental Cormacarena si estos permisos están vigentes y en regla como lo manifestó el profesional.
También se anunció que luego de la instalación de los aparatos, el molino deberá presentar un estudio de impacto ambiental y el que se hizo el año pasado para corroborar que los equipos cumplen con la regulación de la ceniza.
En los últimos días, en especial en redes sociales, hubo reclamos de barrios como Catumare, San Jorge, La Tigana, Montecarlo, Maranatha, entre otros, por la afectación que estaba generando el humo del molino.
LLANO SIE7EDÍAS
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