La Alcaldía de San Gil, en Santander, inició un proceso sancionatorio en contra de los responsables de adelantar una construcción en ese municipio que en días pasados colapsó dejando una persona herida.
Tras el incidente, la Secretaría de Planeación de esa localidad informó que la obra no contaba con los debidos permisos de construcción, razón por la cual procedió a cerrarla.
Aunque ese despacho le hizo tres requerimientos al constructor para que presentara la documentación, este hizo caso omiso.
La arquitecta Erika Ballesteros, profesional universitaria encargada de las funciones de ese despacho, informó que desde febrero, fecha en la que se iniciaron los trabajos de construcción, la Alcaldía le indicó a los responsables de la obra que debían presentar los permisos para ejecutarla. Sin embargo, aunque ese despacho le hizo tres requerimientos al constructor para que presentara la documentación, este hizo caso omiso.
“Según la visita que se hizo, esto ocurrió por fallas en el proceso de armado de la formaleta, por lo que se presentó el colapso de la misma a la hora de la fundirla, dejando una persona herida. Aunque ninguna obra, legal o ilegal, está exenta de que se presenten estos inconvenientes, aquí se tiene el agravante de que esta no tenía una licencia de construcción”, indicó la funcionaria.
Ante estos hechos, la Alcaldía de San Gil, la Secretaría de Planeación y el Comité Municipal de Gestión del Riesgo, emitieron el acto administrativo de sellamiento y posteriormente se iniciará el proceso sancionatorio.