Dos casos de abusos sexuales de niñas, uno por parte de una catequista y el segundo por un sacerdote, recibieron condenas.
El caso de la catequista tiene que ver con hechos sucedidos en 2013, en Cali.
El juez 18 penal del Circuito de esta ciudad, con función de conocimiento, acogió las pruebas presentadas por la Fiscalía y condenó a una instructora de religión a la pena de 12 años de prisión, como responsable del delito de actos sexuales con menor de 14 años agravado en concurso homogéneo, en concurso heterogéneo con acoso sexual agravado.
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De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron en octubre de 2013, cuando la señora "abusó de una menor de entonces 12 años".
Según la denuncia de una familiar de la víctima y el testimonio de la menor ante la Fiscalía, "la mujer pretendió entablar una relación afectiva con la niña y, además de besarla, le realizó tocamientos en sus partes íntimas y expresiones de contenido sexual en varias ocasiones".
En la Fiscalía también explicaron que "se estableció que la mujer contactaba a la víctima vía celular, argumentando citarla para las clases de formación religiosa y, aunque la niña decidió no volver a hablar con su agresora, esta se apareció en su casa una vez, en estado de embriaguez, y con gritos y golpes en la puerta le insistía que saliera para verla".
La condenada cumplirá la pena en el pabellón de mujeres de la cárcel de Jamundí, en el sur del Valle del Cauca.
La Sala Penal del Tribunal Superior de Popayán ratificó una condena contra el sacerdote Arcángel Acosta por un caso de abuso sexual en 2018 a una niña que en esa época tenía 13 años.
La condena es de 16 años, aunque el el 22 de octubre del año 2020 el Juzgado Primero Penal del Circuito Penal del Circuito de Puerto Tejada, también en el norte de Cauca, había dictado sentencia.
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En ese 2020 fue enviado a la cárcel de Miranda, un centro penitenciario de menor seguridad, pero la familia de la menor decía que lo veían en la calle y hasta en ceremonias.
El clérigo pertenecía a la parroquia La Divina Misericordia y no estaba en una prisión de más seguridad debido a un enredo jurídico y a una apelación.
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El abogado Élmer Montaña llevó el caso de la defensa de la menor y dijo que se insistió en que el sacerdote sea trasladado de la cárcel de Miranda a otro penal, porque la primera, según el jurista, parece "un hospedaje con privilegios".
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CALI Y POPAYÁN