Tras conocerse la solicitud que elevó el Concejo de Cúcuta ante el Gobierno Nacional, de ordenar un cierre preventivo en la frontera con Venezuela, los gremios de la ciudad fronteriza manifestaron su rechazo ante esta determinación, al considerarla como una medida innecesaria y contraproducente para una región que es frecuentada por miles de venezolanos, en busca de medicinas y alimentos.
La medida, que afectaría el tránsito diario de 25.000 personas, entre colombianos y venezolanos, se desprendió de un paquete de acciones en temas de control migratorio que fue formulado el pasado viernes por el concejal Oliverio Castellano, luego de encabezar un intenso debate al interior de esta corporación.
Además de defender esta disposición, que anularía el corredor peatonal habilitado en los siete pasos terrestres entre Colombia y Venezuela, la proposición de siete puntos, que obtuvo el respaldo de la mayoría de los cabildantes, exigió el fortalecimiento del esquema de seguridad empleado por las autoridades migratoria, para controlar el tránsito de ciudadanos sobre línea divisoria.
“Esta situación la estamos viviendo en los parques, ríos humanos en las diferentes calles de Cúcuta, por eso dentro de la proposición es estudiar y tomar una decisión de controles estrictos al paso fronterizo o cierre temporal de la frontera; hasta tanto se pueda estabilizar los municipios por la crisis que hoy vivimos en el área metropolitana y el departamento de Norte de Santander”, indicó Castellanos, durante su intervención.
Ante estas afirmaciones, gremios y sectores económicos de la ciudad, como la Cámara de Comercio y la Asociación de Profesionales del Cambio de Norte de Santander (Asocambios), se unieron para elevar una voz de rechazo y aseveraron al unísono que de adoptarse esta medida, la situación humanitaria en la región tendería a agravarse.
“Creo que en ese sentido no vamos a solucionar nada. En estos momentos, no podemos cerrarles las puertas a nuestros hermanos venezolanos, que enfrentan tiempos de penurias. En definitiva, no compartimos esta posición y en lugar de esto, solicitamos la creación de políticas que activen la generación de empleo y el aparato productivo de la ciudad”, afirmó Carlos Luna, director ejecutivo de la Cámara de Comercio en Cúcuta.
El dirigente gremial también sugirió que la línea a seguir por parte de esta corporación debería apuntar a la aprobación de estímulo y beneficio en temas tributarios para aquellos empresarios que le apuesten a la incorporación laboral de extranjeros.
Entretanto, Asocambios concluyó que un posible cierre fronterizo representaría un grave retroceso para la economía de la capital nortesantandereana, y en su caso, ‘diezmaría’ la actividad de divisas en este territorio binacional, afectando el empleo de unas 2.500 familias.
En junio, una controversia similar se desató en torno a una proposición emitida por el Concejo de Cúcuta, que declaraba persona no grata al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Algunos sectores de la ciudad fronteriza criticaron la determinación por considerarla inútil.
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