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Los efectos que deja la cuarentena en las capitales de Colombia

Centro de Medellín durante estos días de cuarentena.

Centro de Medellín durante estos días de cuarentena.

Foto:EL TIEMPO

Hurtos, lesiones personales y hasta violencia intrafamiliar se han reducido en las ciudades.

Colombia completa sus primeros cinco días de aislamiento obligatorio para evitar la propagación del coronavirus en el país, padecimiento que ya acumula 608 casos y ha causado la muerte de 6 personas.
Además del panorama casi desolador de las calles, así han sido estas jornadas en las principales ciudades del país.

El ruido se apaciguó en el siempre fiestero Caribe

A medida que pasan los días, la orden de cuarentena en Barranquilla se siente más. Corredores viales como las carreras 46, 43, y 38, la calle Murillo, la avenida Circunvalar y el mismo centro de Barranquilla, que cualquier día del año permanecen atestadas de carros y personas, ahora están colmadas de silencio y sin transeúntes que las anden ni vehículos que las transiten.
“En el centro no hay nada que hacer, por allá asustan”, comenta María del Rosario López, ama de casa, quien acostumbra hacer sus compras en el mercado de esa zona.
Los 150 parques que han sido remodelados recientemente y que son los puntos de encuentro de los barranquilleros para hacer ejercicio o practicar deportes fueron cerrados, lo mismo que el gran malecón del río.
Las calles solitarias en Barranquilla son el reflejo de las medidas adoptadas para frenar la propagación de covid-19. Carlos Capella. EL TIEMPO

Las calles solitarias en Barranquilla son el reflejo de las medidas adoptadas para frenar la propagación de covid-19. Carlos Capella. EL TIEMPO

Foto:Carlos Capella. EL TIEMPO

“Colocaron unas cintas para que no usemos las máquinas de ejercicio”, cuenta Atilio Peña, un pensionado del puerto que saca a su perro a caminar al parque del barrio El Limoncito, en el norte de esta capital, y se queja de la soledad en las calles.
El silencio de la ciudad es elocuente. Los vendedores ambulantes que transitan con sus carretillas ofreciendo frutas y verduras prácticamente desaparecieron. El sonido de la música afroantillana o salsa, que pone a temblar las ventanas, y que es común que se escuche en cualquier esquina donde funcione una tienda de barrio o establecimiento comercial, también se escondió. Barranquilla se ha callado.
En esta primera semana de confinamiento social, la policía ha impuesto unos 450 comparendos a personas que encontró en la calle violando la norma. Entre estas cayeron los jóvenes que armaron un sancocho en plena vía del barrio Costa Hermosa, y los pandilleros que el jueves se enfrentaron a machete, botella, trancas y piedra en las calles del barrio La Sierrita.
En Barranquilla, hasta este sábado iban confirmados 16 casos de coronavirus, y un total de 20 en todo el departamento del Atlántico.
La Policía dispuso de un plan especial para el sector del mercado debido a los rumores de intento de saqueo.
“El bandido no respeta, está esperando que le den papaya para meterse a robar”, cuenta Miguel López, un comerciante del mercado de Barranquilla, quien cerró su negocio de venta de verduras y mandó para la casa a sus tres trabajadores.
La ciudad adecuó como hospital de campaña el centro de eventos y convenciones Puerta de Oro, con 600 camas, y el hospital universitario Adelita de Char, donde se atenderán los casos graves de la covid-19, tiene 134 camas UCI de las 489 que hay en la ciudad.
En Cartagena, por otro lado, el miércoles el asesinato de tres mujeres de una misma familia oscureció el buen comportamiento de los ciudadanos en materia de seguridad y convivencia.
Durante los primeros cuatro días del aislamiento obligatorio, la Policía impuso 81 comparendos, 61 de ellos por violación al decreto. Se incautaron 14 armas cortopunzantes y dos armas de fuego. Hay dos capturados.
Centro Histórico de Cartagena durante los días de cuarentena.

Centro Histórico de Cartagena durante los días de cuarentena.

Foto:EFE

Esa ciudad, donde se registró el primer fallecido por la enfermedad, se adelantó al toque de queda nacional, y por decreto del alcalde William Dau comenzó la medida el viernes 20 de marzo. Y, ante el llamado de miles de familias que viven de la informalidad, se inició la entrega de mercados en el llamado cinturón de pobreza de la ciudad, en los bordes de la ciénaga de la Virgen. Ciudadanos han donado más de $ 30 millones en una cuenta que abrió el Distrito para la alimentación y medicinas de las familias menos favorecidas.
El sábado se confirmaron 28 pacientes positivos para coronavirus en el departamento de Bolívar

Calidad del aire no mejora en Medellín, pese a reducción del tránsito

En un día normal circulan hasta 900.000 vehículos por las calles de Medellín. Pero desde que se informó que los ciudadanos debían guardarse en sus casas, las calles parecen más las de una ciudad fantasma. Si se ven cinco carros y dos motos rodando al mismo tiempo, son muchos.
Con este tránsito de vehículos tan bajo se pensaría que la mala calidad del aire, la misma que obligó a que desde mediados de febrero se implementara la medida del pico y placa ambiental, cambiaría; pero la realidad es que, aunque más del 87 por ciento del parque automotor dejó de circular y quemar combustibles, las estaciones que miden la calidad del aire siguen informando que la situación no mejora.
Todos los ciudadanos lo notan; no obstante los cambios, el cielo sigue mostrando un aire contaminado.
El centro de Medellín permanece vacío, con patrullaje de la policía.

El centro de Medellín permanece vacío, con patrullaje de la policía.

Foto:EL TIEMPO

El alcalde Daniel Quintero también lo notó y, como todos los demás, no se explica cómo es posible que, con tantos carros guardados, el aire que se respira en algunos sectores todavía sea dañino para grupos sensibles (niños y adultos mayores).
Aunque esa es la mala noticia, hay otra buena. Aparte de la calidad del aire y el poco flujo vehicular, con la disminución en la circulación de personas hubo también una considerable reducción de homicidios. Así lo informó el coronel Ómar Rodríguez, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá: “Medellín, a la fecha (26 de marzo), lleva 17 homicidios durante todo el mes. Esperamos mantener la tendencia en esa reducción”.
También se han disminuido hurtos, lesiones personales y casos de violencia intrafamiliar. Sobre estos últimos, la Policía cuenta que en cinco días solo se ha registrado un caso.
“Lo que ha ayudado mucho a reducir este delito es que se disminuyó también el consumo de bebidas embriagantes en vías públicas; eso también ayuda”, concluyó el coronel Rodríguez.
Hasta el sábado, en Antioquia se registraban 67 positivos para la covid-19.

Desobediencia de jóvenes preocupa en el Valle

La mayor dificultad que las autoridades han encontrado en el Valle del Cauca, segundo departamento con más casos de contagio (83 hasta el sábado, después de Bogotá), es la desobediencia, sobre todo entre los adolescentes, quienes han sido sorprendidos incumpliendo la norma.
En el departamento, las autoridades han reforzado los controles para evitar que personas que no tienen autorización violen el aislamiento.
En estos días de cuarentena, la cifra de sancionados por no obedecer esta orden superó la de 1.280 en el departamento. La secretaria de Salud, María Cristina Lesmes, indicó que las autoridades se encuentran preocupadas por este comportamiento.
Las calles de Cali son vigiladas por militares que también utilizan los implementos de protección.

Las calles de Cali son vigiladas por militares que también utilizan los implementos de protección.

Foto:Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO

Mientras unos desobedecen, otras personas sí salen, pero a buscar comida, como es el caso de Gilberto Escobar, quien se despertó el viernes temprano pensando que encontraría una larga fila en el supermercado que está a tres cuadras de su apartamento, en el norte de Cali.
Él debía comprar alimentos para sus tres hijos, de 12, 14 y 18 años, su esposa, así como para su mascota, un labrador color chocolate. Pensó que había congestión porque tres días antes vio fila afuera del almacén de cadena, pero se encontró con que su barrio estaba desolado. “Lo bueno de este tiempo es pasar más en familia y sentir que todos los días son como si fuera domingo”, dijo Gilberto.
En otras zonas de la ciudad, la preocupación de la gente no es ir a comprar, sino cómo conseguir el dinero para sobrevivir estos días, pues sus ingresos dependían de trabajos informales. Esta ha sido una de las preocupaciones de la alcaldía, por lo que el alcalde Jorge Iván Ospina indicó que se destinaron $ 60.000 millones del presupuesto local para llevar mercados a las zonas más vulnerables y que nadie pase hambre.

Hurtos y homicidios bajaron en Bucaramanga

Hasta vehículos con falsas insignias médicas se encontraron las autoridades de Bucaramanga, que instalaron, el miércoles, varios puntos en la autopista para verificar el cumplimiento de la medida de aislamiento. Pero el llamado de atención de los mismos ciudadanos, que por redes sociales criticaron la desobediencia de la medida, pareció tener resultado y conforme avanzan los días de la cuarentena nacional los bumangueses respetan más la restricción.
El sonido de la capital de Santander cambió radicalmente desde el 21 de marzo, cuando se inició el aislamiento preventivo, pues ya no se percibe el ruido de la congestión cotidiana.
“Hemos visto la disminución del 80 % de la movilidad con respecto a un día normal”, indicó José David Cavanzo, secretario del Interior. Incluso los delitos de alto impacto, como hurtos y homicidios, se han disminuido.
Helena, una ciudadana autorizada a movilizarse por su trabajo, lo hace en transporte público. Se ha encontrado con controles para la utilización de vehículos de Metrolínea y una reducción de pasajeros. “En un día normal, la ruta que utilizo siempre está llena; ahora me puedo ir sentada”, indicó.
En los primeros días de cuarentena, 17.000 personas por día han utilizado ese servicio. Esto contrasta con las más de 46.000 que habitualmente usan el transporte en cada jornada.
Sin embargo, la calidad del aire en la ciudad no es consecuente con la disminución del flujo de vehículos en las calles. La explicación, según expertos, es que si bien ha habido una mejoría, al ser una época de lluvias en la región se genera un efecto ambiental que hace que se forme una mayor nubosidad que atrapa las partículas contaminantes. En Santander hay 4 diagnósticos positivos por coronavirus.
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