Cali, Barranquilla y Pereira, esta última en menor medida, son tres de las ciudades del país que, como Bogotá en TransMilenio, también ‘sufren’ por la problemática de los colados en sus respectivos sistemas de transporte masivo.
Entre las capitales del Valle, Atlántico y Risaralda suman, en total, 31.532 colados al día. Caso contrario se vive en Medellín y Bucaramanga, donde la situación se maneja con muy pocos inconvenientes.
Para los colados del Sistema de Transporte Masivo en Cali, coger impulso para brincar los 90 centímetros de altura que tiene la puerta corrediza de la estación, desde una vía principal, se ha convertido en una costumbre y hasta en un deporte.
Y es que no son pocas las denuncias que se reciben, pues de los 500 mil usuarios que se movilizan diariamente en el MÍO, alrededor de 25.000 son las personas que, día a día, se cuelan.
Según Jonny Molano, representante de la Liga de Usuarios, la falta de seguridad en las estaciones es uno de los ‘privilegios’ que tienen los evasores, pues desde hace varios meses no se cuenta con vigilancia privada y desde hace más de un año no se hace convenio con la Policía.
Por su parte Juan Carlos Ospina, mayor de la Policía señaló que a pesar que no se tenga convenio con Metrocali (empresa operadora del MÍO), diariamente hay 250 uniformados ubicados estratégicamente en las troncales y estaciones donde más se presenta el fenómeno.
Además señaló que con la entrada en vigencia del nuevo código de Policía no solamente se les llamará la atención a los evasores sino que se les impondrá el comparendo tipo 2, donde tendrán que pagar alrededor de 8 salarios diarios mínimos legales vigentes.
En Transmetro, en Barranquilla, se estima que los colados han ido disminuyendo, gracias al trabajo de policías bachilleres que vigilan las estaciones. En la actualidad, se calcula que son alrededor de 6.500 las personas que lo hacen a diario, lo que corresponde al 5 del total de pasajeros, o sea unos 130.000.
La evasión, que es como denomina la administración el caso de los colados, se da en horas pico (mañana: 6-8 a.m.; mediodía 11:30 a.m. a 2 p.m; noche; 5:30 a 7:30 p.m.), siendo los estudiantes de colegios de bachillerato, del Sena e instituciones de carreras intermedias, los principales autores.

Sistema de Transmetro, en Barranquilla. Archivo EL TIEMPO
El año pasado, hubo tres operadores golpeados por tratar de impedir colados. En 2015, un agente de Policía fue herido por la misma situación. El caso más grave de este tipo se registró el 18 de mayo de 2013, cuando un joven asesinó con cuchillo al funcionario Norberto Sánchez.
Y en Pereira, Megabús registró que, al año, se cuelan, en promedio, 11.712 personas, lo que significa que al día son entre 32 y 33.
Aunque en este sistema no se presentan situaciones tan caóticas como las de Bogotá, y no es necesario disponer de personal exclusivo para controlarlos, sí hay ocasiones donde el problema aumenta, como cuando juega el Deportivo Pereira o hay conciertos en el estadio Hernán Ramírez Villegas.
Medellín y Bucaramanga sacan la caraEn el caso de la capital antioqueña, no se reportan casos de colados o personas que busquen evadir el pago para utilizar el sistema masivo de transporte. Según Jorge Mario Tobón, gerente Social y de Servicio al Cliente del Metro, esto se debe a dos razones: la apropiación del sistema por parte de los usuarios y las medidas rigurosas que se implementan para evitarlo.

El Metro de Medellín. Archivo EL TIEMPO
Y en Bucaramanga, el gerente (e) de Metrolínea, Juan Pablo Ruíz, contó que en la ciudad no se presentan pérdidas económicas por los colados.
Manifestó que hay un buen comportamiento de los ciudadanos en cuanto a la cultura de pagar por su pasaje y que en las estaciones se trabaja de manera conjunta con la Policía Nacional para prestar vigilancia. No obstante, cuando se realizan encuentros de fútbol de Atlético Bucaramanga, los hinchas evaden los pagos.
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