Durante el año 2015 de cada 1.000 adolescentes, 20 quedaron en estado de embarazo en el departamento.
Así lo reveló la Secretaría de Salud de Boyacá, entidad que además informó que en lo corrido de este año de cada 1.000 adolescentes, 18 han sido madres.
Aunque la cifra no es tan alarmante como en otras regiones del país, no deja de ser preocupante, ya que aunque los índices de embarazos en las instituciones educativas del departamento han disminuido, la cifra tampoco es alentadora.
Según la Secretaría de Educación de Boyacá en el 2008 se registraron 347 casos de embarazos, en su mayoría de jóvenes de 17 años de edad, mientras que en el 2015 la cifra descendió a 241 casos, pero con el agravante que las estudiantes de 16 años sumaron el mayor porcentaje.
Para Diana Gutiérrez, psicopedagoga, experta en educación sexual, esta es una problemática que desencadena una serie de repercusiones.
“Aumenta, por ejemplo, la deserción del sistema educativo de las jóvenes, ya que buena parte de ellas abandona el colegio. De igual manera también se afecta el hombre, porque en muchas ocasiones se ve obligado a abandonar la academia para poder responsabilizarse de su hijo”, apuntó.
Gutiérrez afirmó que adicionalmente los embarazos no planeados generan que se dispare la cifra de empleabilidad o desempleo porque los jóvenes salen a temprana edad a intentar vincularse al medio laboral.
De igual forma, la experta asegura que el sistema de salud también comienza a verse aún más apretado.
Ante este panorama, las autoridades vienen trabajando articuladamente con otras entidades para intentar reducir a cero la tasa de gestación en menores.
A través de campañas como de la Semana Andina de Prevención del Embarazo en la Adolescencia, la cual culminará el 30 de septiembre, se busca promover una sexualidad sin mitos y que los adolescentes comiencen a ejercer sus derechos.
Asimismo, instituciones como el Club Rotario Hunza Tunja, con el Distrito 4281, viene adelantando un programa de prevención del embarazo en adolescentes con los estudiantes y padres de familia de los grados 9, 10 y 11. Dicho programa enfatiza en la importancia de construir un proyecto de vida y brinda información sobre las enfermedades de transmisión sexual.
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