Si los metenses no quieren padecer las consecuencias del impacto del cambio climático en la región, proyectado en los próximos 24 años, van a tener que cambiar de actitud y de hábito frente al tema porque el panorama es oscuro.
El incremento de 1,6 grados en la temperatura va a generar cambios dramáticos en el entorno ambiental del departamento, lo cual impactará en la economía, la producción y la convivencia hacia el año 2040.
Esta es una de las conclusiones que deja el estudio de un año realizado por Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), sobre el cambio climático en la Orinoquia, socializado ayer en Villavicencio en un taller para buscar medidas de adaptación y mitigación.
“La situación no es apocalíptica, pero si no actuamos ya los problemas que tenemos actualmente serán más complejos porque el clima se vuelve más agreste. Si hoy tenemos problemas de agua en el futuro serán más críticos; si hay dificultades con plagas, enfermedades y cultivos, todo será más grave, lo que tiene que entender la gente es que si no actuamos el panorama será muy crítico”, advierte Jeimar Tapasco, científico del CIAT sobre el resultado del estudio.
El estudio financiado por la autoridad ambiental Cormacarena, Ecopetrol y Corporinoquia revela que municipios como Puerto López y Puerto Gaitán serán afectados por largas sequías y que otros como Puerto Rico, Puerto Lleras, Puerto Concordia y Vista Hermosa sufrirán por el aumento de las inundaciones provocadas por el desbordamiento de los ríos.
Municipios del piedemonte como Granada, El Castillo, Lejanías y El Dorado, Cumaral y Guamal van a sufrir serios cambios por incremento de inundaciones.
“Va a llover más y las lluvias se van a concentrar mucho más en tiempos de invierno, es decir, se van a generar lluvias extremas frente a lo que normalmente se presenta. Y la época de verano va a empezar más temprano y se va a acabar más tarde, lo cual hay que tenerlo en cuenta para el consumo humano, el tema de los animales y para la agricultura”, precisó.
Además, debido al aumento de las temperaturas municipios de la cordillera como San Juanito y El Calvario van a sufrir enfermedades como el dengue y el chikunguña por el traslado a esos territorios de vectores transmisores.
En la medida que la temperatura será más alta en el transcurso de los próximos 24 años, el ganado y las plantaciones van a sufrir las consecuencias.
En el caso del ganado, según el estudio, bajará la producción de leche y de calidad de carne porque los índices de estrés del animal van a subir para adaptarse a las nuevas temperaturas y a los altos niveles de humedad registrados.
“Los ganaderos deben tomar medidas porque a la vuelta de la esquina las condiciones del clima van a cambiar y los animales van a sufrir más”, dice Jeimar Tapasco, del CIAT.
Es posible que la implementación de la producción silvopastoril con especies de árboles nativos de la región mitigue el impacto.
El estudio advierte que el cambio climático afectará plantaciones de la agricultura tradicional y de pancoger en el Meta, pero se generarán condiciones favorables para los cultivos de palma o de caucho. El cacao, señala Tapasco, será uno de los productos afectados por el coletazo climático.
“La agricultura va sufrir las consecuencias del cambio climático en la medida que van a tener problemas con maíz, arroz, soya, porque el rendimiento va a bajar, por eso la región debe dar una discusión sobre qué es malo y qué es bueno”, afirma el experto.
En materia de fauna algunas especies llaneras que van a padecer las consecuencias climáticas en Arauca y Vichada, donde las condiciones serán más agrestes, hallarán en el Meta mejores condiciones. En ese campo el estudio habla del armadillo, el tucán y las tortugas de río.
No obstante, el yopo, especie forestal tan utilizada en los negocios de mamona, vivirá reducción crítica por las temperaturas.
REDACCIÓN LLANO SIE7EDÍAS