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En Tumaco le apuestan al camarón para quitarle manos a la coca

Oxiver Obando trabaja en la piscina del barrio Porvenir, en Tumaco.

Oxiver Obando trabaja en la piscina del barrio Porvenir, en Tumaco.

Foto:Miguel Ángel Espinosa Borrero / EL TIEMPO

Un grupo de más de 100 familias trabaja en la reactivación de las piscinas para este cultivo.

Hace 10 años, Oxiver Obando veía cómo varios de sus vecinos, en zona rural de Tumaco, Nariño, eran visitados en sus viviendas por hombres que se hacían identificar como miembros de Los Rastrojos. Les recriminaban no haberles vendido la coca que sembraban.
“Todos sembrábamos –recuerda Oxiver–; era el único sustento que teníamos porque era seguro que nos daba plata. Pero si uno no se la vendía al uno, entonces llegaba el otro y se enojaba. Yo vi cómo a varios vecinos míos se los llevaron y nunca más regresaron”.
Nariño es uno de los departamentos históricamente más afectados por los cultivos ilícitos. Este año se calculó, según una medición entregada por las Naciones Unidas, un incremento del 7 por ciento en hectáreas sembradas (más de 45.000).
Oxiver Obando, miembro de una asociación de cultivadores de camarón en Tumaco.

Oxiver Obando, miembro de una asociación de cultivadores de camarón en Tumaco.

Foto:Miguel Ángel Espinosa Borrero / EL TIEMPO

Entre los municipios, Tumaco continúa siendo el de mayores cultivos, a pesar de que la coca se redujo en un 16 por ciento y hoy se encuentra en unas 19.000 hectáreas.
Pese a que son cientos de familias las que se han dedicado a la siembra de cultivos ilícitos, para Oxiver y dos de sus hermanos la tensión por las constantes amenazas de los grupos armados los obligaron a claudicar en la idea de contar con este sustento.
Juntos decidieron, hace ocho años, erradicar ellos mismos la coca que habían sembrado dentro de las seis hectáreas que tienen heredadas de sus padres en zona rural de este municipio del Pacífico nariñense.
“La política del Gobierno es lenta –señala Oxiver–; aunque nosotros acá también queremos todo rápido, pero gracias al dinero que me dieron con el tema de la erradicación conseguí plátano, yuca y cerdos para criar. Es algo más tranquilo aunque no genere tantos ingresos”.
No obstante, como Oxiver, alrededor de 180 familias le apuestan en la actualidad a un cultivo que también ha sido fuerte en Tumaco pese a las adversidades de plagas o de violencia: el camarón.
A finales de los 90, una plaga, nombrada la ‘mancha blanca’, invadió las aguas del Pacífico perjudicando a los cultivadores de camarón.
Uno de esos afectados fue Luis Rosas, un empresario de la zona que se convirtió “a la fuerza” en propietario de una empresa productora de camarón luego de la enfermedad que inundó en aquel entonces las aguas de la zona y frenó el trabajo de muchas familias.
Rosas cuenta que para convertirse en un cultivador de camarón se debe hacer una inversión cercana a los 30 millones de pesos solo para tener una hectárea de agua donde crezca el camarón, pues el mantenimiento de las denominadas piscinas y el tratamiento para el mantenimiento óptimo del producto en cuestiones técnicas pueden llegar a ser costosas.
“Un productor de camarón tiene tres eslabones –señala Rosas–; se le entregan las semillas, o larvas, se tiene una finca de cría y planta de proceso para la transformación de la materia prima. Pero esto a una familia le puede salir un poco costoso, por eso esperamos que el Gobierno le apunte a estas personas para que crezca la producción en la región”.
La propuesta de Rosas es que el Gobierno le apueste a estos cultivadores de camarón, pues es una iniciativa rentable de cara a la necesidad de mantener activo el proceso de paz en Colombia.
“El cultivo de camarón es el más apropiado para hacer ese tránsito entre lo ilícito y lo lícito –resalta Luis Rosas–; porque nuestro ciclo es de tres meses y te crea arraigo en la zona, no te genera desplazamientos y se quedan en lo rural, con un trabajo digno y es algo que conocen mucho acá”.

Con las uñas

Antes de la ‘mancha blanca’, Tumaco contaba con 1.700 hectáreas disponibles para el cultivo de camarón. En la actualidad, solo 480 hectáreas se encuentran recuperadas.
Paulino Ocoró Ruiz, experto en la producción de camarón, asegura que el proceso de recuperación de estos espejos de agua les ha tomado unos 10 años.
Más de 1.000 personas se ven beneficiadas durante la cadena productiva del camarón.

Más de 1.000 personas se ven beneficiadas durante la cadena productiva del camarón.

Foto:Miguel Ángel Espinosa Borrero / EL TIEMPO

“En Tumaco unos 450 pequeños productores cultivan camarón –explica Paulino–. Hay unas 1.500 familias que se dedican al procesamiento y venta, estamos hablando de más de 1.500 personas que viven de esta actividad. Por eso trabajamos en la recuperación de las hectáreas productivas, queremos en un par de años contar con 1.500 hectáreas reactivadas”.
Ocoró Ruiz destaca que otra meta que se tiene contemplada es la de contar con 5.000 familias, pues en Tumaco los cultivos ilícitos se encuentran expandidos y la meta es arrebatarle esas familias a la ilegalidad para que se dediquen al cultivo de camarón, que, según el experto, es más rentable que lo ilícito.
Otra beneficiada con esta iniciativa es María Gladis Estacio Cortés, de 45 años, que también dedica sus días a la labor de madre comunitaria en el barrio Porvenir.
Atrás de su vivienda, levantada con madera, hay una piscina de 2.5 hectáreas, de la cual se benefician 30 familias.
“Unos 15 años atrás –recuerda María Gladis– dejamos de trabajar por lo de la ‘mancha blanca’. En ese entonces nuestro capital libre era de 40 millones de pesos. Teníamos cuatro piscinas. Ahora por la dificultad tuvimos que empezar de nuevo, y es rentable, pero para nosotros trabajar bien tenemos que tener unos 50 millones de pesos”.
De la piscina que está en la parte trasera del hogar de María Gladis, se pueden sacar hasta 1.800 kilos de camarón, que benefician a los miembros de la Asociación de Cultivadores Acuíferos de la Costa Pacífico. Al terminar, los miembros de esta pequeña sociedad les permiten a otros vecinos sacar jaiba, camarón y hasta otras especies.
El proceso del camarón toma 100 días, se cultiva en las piscinas y se alimenta hasta que está listo. Es rápido y confiable. Sin embargo, en estos momentos, María Gladis asegura que las familias de su Asociación se están quedando sin alimento como consecuencia de la falta de dinero.
“Nos toca prestar para poder sacar la que ya tenemos –confiesa–. Debemos 8 millones de pesos y no tenemos para sacar más y sin la ayuda es muy precario porque uno tiene que hacer lo que le gusta, y este trabajo da mucho empleo a las madres”.
El motor de bombeo con el que cuentan falla cada vez con más frecuencia. Pero María Gladis dice que las familias sostendrán esta piscina esperando que el Gobierno invierta en este proceso lícito y confiable, pues son muchas las madres cabeza de familia que se ven beneficiadas con todo el proceso desde el cultivo hasta la limpieza y empaque del camarón.
Uno de los responsables de mantener esos puestos disponibles cada 3 meses es Isidro Jaramillo Sanín, dueño de Sangara, una productora de camarón que en la zona les brinda empleo a unas 80 personas en la semana.
“El producto genera mucha mano de obra y es rentable –sostiene Isidro–; es bueno que se muestre esta parte bonita de Tumaco para que esta región tenga la oportunidad de mostrar una mejor cara, que la tiene”.
María Gladis Estacio Cortés, de 45 años, también es madre comunitaria.

María Gladis Estacio Cortés, de 45 años, también es madre comunitaria.

Foto:Miguel Ángel Espinosa Borrero / EL TIEMPO

La apuesta ha crecido, por eso la fe de las familias en este proceso que poco a poco va sumando manos e interesados en su producto. Sin embargo, resaltan lo necesario de cualquier ayuda que se le pueda brindar a este proyecto, una apuesta por la legalidad.
10 años después de tomar la decisión de buscar la oportunidad, Oxiver no se arrepiente de dar un paso a la legalidad, paso que espera que den más familias en la región pese a las adversidades que rodean a Tumaco.

Camarón de Tumaco

Desde hace seis meses, almacenes Éxito y Carulla compran a la empresa Sangara el camarón que se produce en Tumaco. La apuesta ya tiene el producto en algunos puntos de Bogotá. La estrategia es que próximamente llegue a 100 puntos de todo el país bajo la marca Camarón de Tumaco.
MIGUEL ÁNGEL ESPINOSA BORRERO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @Leugim40
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