Luego de la polémica que generó el desnudo de un turista en la popular plaza de Santo Domingo de Cartagena, la indignación de los gobernantes cartageneros y pobladores de la ciudad no se ha hecho esperar.
De acuerdo con Rubén González, uno de los comerciantes de la plaza donde ocurrió este episodio, un hombre en estado de embriaguez se subió sobre la escultura ‘La Gorda Gertrudis’, que el escultor Fernando Botero le donó a Cartagena, hizo movimientos sexuales sobre la obra de arte, y atentó “contra la dignidad de los cartageneros y el patrimonio nacional”.
Este no es el primer caso en el que los patrimonios han sido vulnerados en la ciudad heróica. Uno de ellos ocurrió en junio de 2012, cuando se conoció un video pornográfico, grabado en el histórico Castillo de San Felipe de Cartagena.
En la grabación, un hombre aparece a las afueras del castillo buscando a una guía turística llamada Karina. Minutos después, la mujer lo invita a la parte alta de la fortificación donde intentan tener relaciones sexuales a través de movimientos eróticos y escenas subidas de tono.
En su momento, Claudia Fadul, la entonces directora de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cartagena, calificó el video como un "abuso" y aseguró que no habían "autorizado la realización de una grabación que vaya en contra de la moral y de las buenas costumbres en el Castillo de San Felipe".
Jamás hemos autorizado la realización de una grabación que vaya en contra de la moral y de las buenas costumbres en el Castillo de San Felipe
Otro caso similar ocurrió en junio de 2013 cuando se hizo público un video pornográfico que se grabó en la avenida Santander, una de las más importantes de Cartagena, y que además dejaba ver el cordón amurallado del centro histórico.
Al respecto, Oviris Caraballo, la entonces directora del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, rechazó las imágenes donde aparecen las fortificaciones porque considera que "este hecho es un irrespeto con el patrimonio y los cartageneros”.
En mayo de 2015, un turista estadounidense defecó en el parque de Bolívar, uno de los más emblemáticos de la ciudad, a unos metros de las oficinas de la biblioteca pública Bartolomé Calvo. Esta situación indigno a los cartageneros por significar un insulto al patrimonio del lugar e irrespetar a quienes estaban allí. Las acciones del hombre quedaron registradas en video.
A pesar de que las autoridades han gestionado actividades para promover el buen uso de las áreas públicas y recintos históricos, este tipo de prácticas siguen alertando a la comunidad sobre el uso que se le da al patrimonio nacional y el comportamiento de los turistas que llegan al país.
Cabe recordar el caso de los 12 agentes de la Agencia de Seguridad de Estados Unidos, quienes contrataron mujeres para prestarles servicios sexuales días antes de la Cumbre de las Américas de 2012 en Cartagena de Indias. Este caso significó la destitución de los funcionarios estadounidenses luego de las declaraciones entregadas por Dania Londoño, una de las trabajadoras sexuales, quien denunció que no se le había pagado por sus servicios.
MARÍA DANIELA VARGAS NIETO
ELTIEMPO.COM
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