Las primeras labores de erradicación manual de cultivos ilícitos en la región del Catatumbo, específicamente en zona rural del municipio de Tibú, en Norte de Santander, originaron este miércoles los primeros choques entre la Fuerza Pública y comunidades campesinas, dedicadas a la siembra y recolección de la mata de coca, que se oponen a la tarea impartida desde esta semana por el Ministerio de Defensa.
El altercado se produjo en la vereda Corinto, del corregimiento Campo Giles, donde un grupo de erradicadores, escoltados por unidades del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que se disponía a emprender la limpieza en el terreno, fueron sorprendidos y acorralados por un grupo de 500 campesinos, quienes bloquearon el avance de estos trabajos.
“Vemos con suma preocupación lo que pueda suceder con el transcurrir de las horas, en consecuencia hacemos un llamado a las autoridades departamentales y locales para que hagan un llamado al gobierno de Juan Manuel Santos en defensa del campesinado (…) Invitamos a los campesinos de los 11 municipios de la región del Catatumbo a estar atentos al momento en que tengamos que apoyarnos en defensa de nuestros derechos”, indicó un comunicado emitido por la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat).
#CatatumboResiste @AscamcatOficia fija posición ante anuncios de erradicaciónforzada en Norte de Santander. pic.twitter.com/YxMLTW370J
— AscamcatOficial (@AscamcatOficia) 13 de septiembre de 2017
La Policía y el Ejército ya tienen conocimiento de la situación y esperan en las próximas horas desplegarse en la zona para evitar algún tipo de situación violenta que pueda desencadenar en medio de este clima de tensión, generado por la decisión del Gobierno Nacional de irrumpir en estos territorios y remover las 24.831 hectáreas de cultivos ilícitos - una extensión similar a dos veces la superficie de una ciudad como Barranquilla-, que para decenas de campesinos representan su único sustento.
Tras conocer estas nuevas disposiciones, la Gobernación de Norte de Santander, a través de su Secretaría de Gobierno manifestó su preocupación por este anuncio, cuyas implicaciones desataría un ambiente de tensión entre las comunidades cocaleras, similar al de hace cuatro años, que desencadenó en una parálisis de la región del Catatumbo originada por bloqueos viales y focos de movilización.
CÚCUTA