La Ciénaga Grande de Santa Marta tiene en su interior dos áreas protegidas: el Vía Parque Isla de Salamanca y el Santuario de Fauna y Flora Ciénaga Grande, que aunque solo ocupan el 19,8 por ciento del complejo lagunar se ven fuertemente impactadas por las afectaciones ambientales causadas por la agroindustria, ganadería extensiva, infraestructura vial y portuaria, sedimentación, contaminación orgánica, incendios forestales, desecación de humedales y uso inadecuado del agua.
Para identificar estas afectaciones, Parques Nacionales ha realizado sobrevuelos, recorridos acuáticos y terrestres de inspección y vigilancia, complementados con imágenes satelitales, fotografías aéreas y herramientas del sistema de información geográfica, y los hallazgos ha sido puestos en conocimiento de las autoridades competentes.
En el caso de los 27 kilómetros de diques construidos ilegalmente en el sur de la Ciénaga Grande, en la hacienda Los Patos, en el municipio de Remolino (Magdalena), denunciados el año pasado por Parques Nacionales, se abrieron investigaciones penales y administrativas contra los responsables, pero todavía se está a la espera de que se ordenen las acciones de restauración necesarias como retirar esos diques que obstruyen el flujo de agua.
En una revisión de la situación ambiental al interior y en las zonas aledañas a las áreas protegidas, Parques Nacionales pudo identificar que el bosque de manglar está afectado por la interrupción del intercambio de agua dulce y salada, que en algunos sectores está relacionado con el mal estado de las obras de drenaje de la vía Ciénaga - Barranquilla.
Según un informe, de las 217 estructuras que hay entre el Puente Pumarejo y el peaje de Tasajera, construidas con el fin de posibilitar el intercambio entre el mar y la Ciénaga Grande y mejorar la dinámica hídrica que la carretera interrumpió, 175 están al interior del Vía Parque Isla de Salamanca y solo en 6 se observa flujo de agua con regularidad.
“En otras cinco de manera intermitente y las restantes 164 no funcionan”, precisa el informe de la institución. Además, señala que es evidente que esta zona y las aledañas al complejo de Pajarales, la Luna y la Auyama, por mencionar algunas que presentan un mayor déficit hídrico, están presentando pérdidas de cobertura vegetal por defoliación; por lo que a las mortandades de peces, como la ocurrida hace dos semanas en el complejo de Pajarales, le siguen las de mangle.
Trabajo coordinadoPara hacerle frente a esta problemática ambiental y social, Parques Nacionales viene trabajando en acciones coordinadas y articuladas con otras instituciones para fortalecer el control y la seguridad en las áreas protegidas.
Entre las acciones implementadas están la presencia permanente de Guardacostas Barranquilla, en el sector del Torno y la margen oriental del río Magdalena, por donde ingresan personas al Vía Parque Isla de Salamanca para actividades no permitidas, a lo cual se suma un puesto de control de la Policía Metropolitana de Santa Marta, con 20 agentes permanentes en la sede operativa de esta área protegida.
Igualmente, la reconversión laboral de 54 pescadores que se dedicaban a actividades no permitidas como la pesca de almejas por actividades de restauración y ecoturismo y la vinculación de 34 personas de las comunidades de Palermo, Caño Clarín Nuevo y Caño Valle, a través del programa Empleos Temporales - Trabajemos Todos del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), en el mantenimiento manual de caños secundarios y terciarios, logrando restablecer la dinámica hidráulica y conectividades entre nueve caños y siete ciénagas en los puntos críticos para incendios.
Santa Marta.
