Los manglares de La Boquilla, el Jardín Botánico y el nuevo Aviario Nacional, ubicado en la Isla de Barú, son los escenarios que la Corporación de Turismo de Cartagena promociona como ideales para la observación de aves.
No obstante, la región cuenta con al menos seis puntos reconocidos también para avistamiento de aves: el complejo cenagoso de la margen occidental del Río Sinú; el complejo de Ciénagas del sur de Cesar y Bolívar; la Región ecodeltáica Fluvio-Estuarina del Canal del Dique; y la Reserva Natural El Garcero y alrededores; Santuario de Fauna y Flora Los Colorados y la Serranía de San Lucas.
Sergio Ocampo Tobón, miembro fundador de la Asociación Colombiana de Ornitólogos (ACO) y director en dos oportunidades de la Red Nacional de Observadores de Aves de Colombia (Rnacol), capacitó a 30 guías de turismo de Cartagena de Indias. Solamente en La Boquilla se pueden observar 150 especies de aves.
Los guías, que fueron capacitados la semana pasada, aprendieron no solo cómo deben guiar a turistas especializados, también conocieron de especies, plumajes, cantos de aves, y sitios cercanos a la ciudad para la práctica de este tipo de ecoturismo. El Aviario Nacional de Colombia, el más grande de América Latina y que cuenta con más aves y más especies en el continente, alberga alrededor de 1.800 ejemplares, correspondientes a 238 especies distintas.
“Queremos impulsar el ecoturismo en nuestra ciudad, con extensión al Departamento, como una alternativa más dentro de la oferta turística de Cartagena de Indias, hoy en día es una exigencia global ofrecer productos novedosos donde el turista interactúe con el medio. En ello el avistamiento de aves es el producto ideal”, señaló la presidenta de Corpoturismo, Zully Salazar Fuentes.
A las cerca de 240 especies de aves nativas hay que sumar las que llegan cada año en las migraciones del norte del continente.
John Montaño
EL TIEMPO