El dragoneante del Inpec, César Augusto Leguizamón Frankis, fue asesinado por desconocidos en la mañana de este lunes en las afueras de la cárcel Picaleña, de Ibagué.
La muerte del uniformado, de 39 años, se produjo cuando salía de sus labores, cumplidas la noche anterior, y se aprestaba a tomar el transporte urbano para dirigirse a su residencia.
Las autoridades informaron que desconocidos en moto se acercaron al guardián y, sin mediar palabra, le propinaron tres tiros de arma de fuego en la cabeza. Aunque fue auxiliado, murió de manera instantánea.
“El compañero terminó el turno, por lo que caminaba hacia la parada de bus urbano para ir a su casa, pero fue atacado con arma de fuego por un sicario, incluso, delante de vendedores ambulantes y estudiantes del Sena”, afirmó Alejandro Durán, presidente del sindicato del Inpec en la cárcel Picaleña.
“Estamos indignados. La delincuencia nos está ganando espacios porque tiene mucho poder y hay que ver que nuestra labor maneja demasiados riesgos”, agregó Durán.
Sobre las causas del crimen, aseguró que “el Inpec y la Policía estamos incluidos en el plan pistola del Clan del Golfo, lo que nos tiene preocupados, pues nos están metiendo en una guerra del Gobierno contra ese grupo”.
"En su contra no existían amenazas de muerte", señaló Durán.
Leguizamón era el encargado de suministrar armamento al personal de guardia, por lo que no tenía contacto con los internos. Desde hace 16 años estaba vinculado al Inpec y hace pocos días había regresado a sus labores, tras cumplir una temporada de vacaciones.
Las autoridades de Policía adelantaron un plan candado en la ciudad para tratar de capturar a los responsables.
IBAGUÉ