Integrantes de una organización subversiva, que opera en el municipio de Tibú, en Norte de Santander, serían los responsables de la parálisis en las obras de mejoramiento del hospital de este municipio, cuyos contratistas estarían siendo sometidos a exigencias económicas por parte de este grupo ilegal.
La situación fue denunciada por el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar Laguado, quien no entregó mayor detalles sobre los autores de las extorsiones.
“Los trabajadores de este centro asistencial se vieron en la necesidad de suspender la obra. Nosotros rechazamos esta actuación de los grupos irregulares y vamos a buscar con las autoridades para lograr garantizar que las obras continúen y que no haya retraso en las mismas”, explicó el mandatario.
Según el Gobernador, los extorsionistas estarían cobrando una suma cercana a los 400 millones de pesos para garantizar la continuidad de las obras y la integridad física de los trabajadores de las firmas contratistas.
En esa zona, ubicada en la región del Catatumbo, delinque estructuras de la guerrilla del Eln o al reducto armado del Epl, más conocido como ‘Los Pelusos’,.
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