El volumen de migrantes que en estos cinco días ha circulado masivamente por los pasos terrestres entre Colombia y Venezuela, que están ubicados en Norte de Santander, ha disparado las ventas en algunos frentes de la economía de la ciudad fronteriza de Cúcuta, donde llega el mayor número de ciudadanos huyendo del vecino país.
Cuando se cerró la frontera en el 2016 por orden del presidente Nicolás Maduro, la capital nortesandandereana entró en una etapa de recesión económica que se tradujo en recorte de personal y en cierres temporales de negocios, cuya demanda dependía de clientes que cruzaban la línea divisoria. Sin embargo, un año después y tras 11 meses de la reapertura gradual de frontera, algunos renglones de la economía de la ciudad, que sigue 'adormecida' por sus altos índices de informalidad y desempleo, experimentaron en esta semana un leve incremento de la demanda.
Durante esta semana se incrementaron significativamente los viajeros, que son personas de bajos recursos provenientes de Venezuela que se quieren desplazar a otros lugares del país
Uno de los sectores favorecidos con este auge fue el del transporte terrestre, cuya cantidad de pasajeros ascendió a 20.000, que estuvieron represados en estos días en pasillos y sillas de la Central de Transporte de Cúcuta. Debido a este alto flujo de viajeros, que pasaban la noche en las calles colindantes a esta terminal, se habilitó un comedor humanitario para ofrecer un plato de comida a aquellas migrantes que aguardaban su turno para salir a su destino.
“Durante esta semana se incrementó significativamente los viajeros, personas de bajos recursos provenientes de Venezuela que se quieren desplazar a otros lugares del país. Gente sin recursos, que han durado tres o cuatro días por fuera del terminal. Tuvimos que buscar el apoyo de la Cruz Roja y la comunidad jesuita en Cúcuta para ayudar a estas familias (…). Estos extranjeros buscan la manera de irse a Pasto o a Bucaramanga, principalmente”, indicó Óscar Sandoval, gerente de esta central de transportes.
Según cifras de este puerto terrestre, el incremento estuvo representado en 5.000 viajeros frente a los 15.000 que en promedio se atienden durante una semana.
La venta de divisas también se ha visto beneficiada con este flujo migratorio procedente de Venezuela, que ocasionó un alto tráfico de billetes venezolanos, el cual generó un punto de equilibrio en la cotización de la moneda en esta zona de frontera.

Venezolanos en Cúcuta.
AFP
Aunque no se han podido establecer las cifras de esta actividad de compra y venta de divisas, que estuvo antecedida por las largas filas de venezolanos buscando cambiar bolívares por pesos colombianos, la Asociación de Profesionales del Cambio de Norte de Santander (Ascoambios) se encuentran recaudando la información entre los cambistas de la región para ofrecer un balance.
No obstante, en otros sectores de la economía, como los supermercados y pequeños locales comerciales, no han experimentado esta alza en ventas, aunque muchos ciudadanos procedentes de Venezuela han venidos a abastecerse de productos de la canasta familiar. La razón de este fenómeno, según expertos en la materia, podría apuntar a que la demanda de estos días estuvo acaparada por el mercado informal o se trasladó a otros municipios del área metropolitana de Cúcuta, donde los precios son mucho más asequibles.
Entretanto, la Arquidiócesis de Cúcuta elevó este viernes un llamado a las autoridades locales y nacionales para aumentar la gestión humanitaria para los ciudadanos venezolanos que están pasando la noches en parques y andenes de la ciudad.Los representantes de la Iglesia católica en esta ciudad fronteriza han manifestado su preocupación por el aumento de habitantes de calle que ha generado el inusitado movimiento de personas que se registró el pasado lunes en frontera, cuando llegaron 26.500 personas en menos de 24 horas.
#AEstaHora con @MigracionCol @Alcaldia1Cucuta y Cancillería realizamos verificación migratoria de extranjeros en el Parque Mercedes Ábrego pic.twitter.com/PO1lgXQtYs
— CR.Javier Barrera (@PoliciaCucuta) 27 de julio de 2017
Actualmente, la institución atiende a esta población vulnerable en improvisados albergues que han instalado en los templos y algunos lotes baldíos, lugares que reciben alimentos y elementos de aseo por medio de donaciones de creyentes.
CÚCUTA
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