Un oscuro panorama es el que afrontan los cultivadores de maíz en el país y que afecta a los productores del Meta con la cosecha de la presente temporada, que a su vez, y como se está repitiendo cada año, los desmotiva a continuar cultivando el cereal.
La complicada situación fue expuesta este lunes por los productores ante el director económico (e) de la Federación Nacional de Cerealistas (Fenalce), Napoleón Viveros, a quien le pidieron interceder ante el Gobierno nacional para que obligue a los industriales a comprar la cosecha al mismo valor que el maíz que importan.
La solicitud fue hecha durante un comité de cultivadores del cereal, al término del cual Viveros dijo a Llano Sie7edías que hay mucha preocupados con lo que está ocurriendo en el país, situación a la que no es ajeno el Meta con la cosecha de maíz.
Explicó que a la industria entró el contingente de importación de 2’600.000 toneladas con cero aranceles y hoy hay un inventario de 600.000 toneladas importadas que alcanzan hasta finales de febrero, con la circunstancia agravante de que se sigue importando, porque no hay ningún tipo de restricción para hacerlo.
Por ello, los cultivadores están requiriendo la participación efectiva del Ministerio de Agricultura para regular de alguna forma las importaciones de este cereal, porque de lo contrario “los productores van a terminar en la ruina y las áreas de cultivo de maíz para el país se van a seguir reduciendo”.
El directivo de Fenalce expresó: “Necesitamos que se obligue a la industria a comprarnos el maíz tal y como están planteadas las reglas de juego, que se absorban el remanente de las 100.000 toneladas que hay en el país al precio de lo que les cuesta importar, que hoy está en 700.000 pesos la tonelada puesta en Bogotá”.
Los cultivadores también se plantearon que a mediano plazo se debe crear un consejo nacional de los cereales y la soya como escenario de concertación entre los productores y los consumidores el tema de la absorción de las cosechas, con el propósito de que productor no pierda el esfuerzo de seis meses sin que sepa cuánto le van a pagar.
En el Meta, dijo Viveros, en esta temporada se cultivaron unas 20.000 hectáreas, gran parte de ellas en la Altillanura –que tiene una dinámica diferente de ventas a la de la región del Ariari o Villavicencio– porque como son grandes extensiones la industria prefiere ir a negociar con una persona y generalmente lo hacen con mucha anticipación, entonces no se ve un problema grave de comercialización.
El tema más grave se presenta para los cultivadores de maíz de Villavicencio y el Ariari, pues les están ofreciendo entre 600.000 y 620.000 pesos, puestos en Bogotá, pero en la región son de entre 520.000 y 600.000 pesos la tonelada.
Ante el reclamo de los cultivadores por la debilidad del gremio de cerealistas para reclamarle al Gobierno, Viveros afirmó: "Hay que entender que Fenalce es un gremio que vive prácticamente de la administración de la cuota de fomento, del que solo el diez por ciento es para administrar el gremio, entonces los recurso son mínimos.
Y reconoció que "la capacidad que tiene Fenalce de interlocución como vocero del gremio con el Gobierno no nos está dando realmente los resultados que quisiéramos para nuestros afiliados”.
LLANO SIE7EDÍAS
@nelard1