Una difícil situación siguen viviendo 20 familias indígenas Zenú, de la vereda el Tigre Dos, en el municipio de Caucasia (Bajo Cauca antioqueño). Desde hace casi dos semanas salieron de sus respectivos hogares y se concentraron juntos en uno de los cabildos de la comunidad, con el fin de protegerse de los peligros que viven ante la presencia de grupos armados al margen de la ley.
En total son 80 personas que están en condiciones de hacinamiento en el lugar y con carencias en el acceso a los servicios básicos, como el agua potable, así lo denunció el consejero de la comunidad, Richard Sierra, quien agregó que el temor de las familias aumentó luego del asesinato de uno de sus líderes indígenas, a principios de marzo.
"Se generó un desplazamiento interno, las familias llegaron hacia un solo sitio de reunión, como estrategia por el nivel del riesgo de grupos ilegales en la región, llegan con pocas pertenencias, no hay capacidad logística, están en un pequeño rancho, no es un albergue adecuado", expresó Sierra.
De acuerdo con información de la Unidad para las Víctimas, en el Tigre Dos hay 25 familias indígenas más que aunque no se han desplazado hacia el cabildo con las otras 20, podrían estar en el mismo riesgo.
La secretaria de Gobierno, Victoria Eugenia Ramírez, confirmó el hecho y explicó que diversas instituciones como la personería municipal y la gobernación de Antioquia están analizando la gravedad de la situación para tomar medidas de atención a la comunidad.
Llegan con pocas pertenencias, no hay capacidad logística, están en un pequeño rancho, no es un albergue adecuado
La funcionaria añadió que en ese sector hay presencia del 'Clan del golfo' y otros grupos armados y que el Ejército está en la zona para garantizar la seguridad. También confirmó que los indígenas aún no han decidido salir del todo del territorio hacia la cabecera municipal de Caucasia.
Entre tanto, Jorge Mario Alzate, director de la Unidad para las Víctimas regional Antioquia, indicó que una comisión de la entidad llegará al lugar este 15 de marzo para hacer un informe de la situación de los indígenas, recibir las declaraciones por parte de los afectados y hacer el censo. Después, se determinará cuáles recursos se deben solicitar para la atención integral.
Para Llanedt Martínez Ruíz, gerente indígena del departamento, la situación es muy preocupante, en vista de que los indígenas no se pueden mover libremente en sus territorios ancestrales ni practicar sus actividades de agricultura.
La funcionaria también explicó que esta no es la única situación de confinamiento o desplazamiento de estas comunidades, en Cáceres, también en el Bajo Cauca, hay al menos 30 familias de la comunidad Campanario que están desplazadas en el casco urbano.
La Organización Indígena de Antioquia (OIA) hizo un llamado a la institucionalidad para que acompañen a las familias afectadas, con albergue y atención humanitaria, así como medidas integrales que permitan garantizar el retorno a los territorios y que no se basen únicamente en presencia de la Fuerza Pública.
La atención que recibirán las familias están bajo el Decreto 4633, que contiene los lineamientos para la atención integral, protección, reparación integral y
restitución de derechos territoriales para los pueblos y comunidades indígenas como sujetos colectivos y a sus integrantes, puntualizó Alzate.
MEDELLÍN