El día en que Daniel Amaya se graduó de la universidad no solo obtuvo un título, tampoco dos. Daniel se graduó de tres carreras el mismo día, luego de estudiar seis años Negocios Internacionales, Administración de Empresas y Economía en la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB).
Se graduó con honores, leyó el Espíritu Bolivariano en su graduación y pudo invitar a 12 personas a la ceremonia. Fueron algunas de las cosas que pasaron el 21 de abril de 2017, el día de su graduación.
“Yo siempre he manejado la teoría de la línea de la zona de confort. Durante los primeros 20, 30 años de vida, todos esos sacrificios que uno hace académicamente y laboralmente, va a recoger, digamos esos triunfos, después de los 30, 40 años”, cuenta Daniel.
Sin duda, como lo expresa este joven pereirano de 23 años, es un reconocimiento a todo el esfuerzo que realizó para alcanzar sus objetivos. Sin embargo, eso no estaba en sus planes, fue algo que simplemente se dio.
Cuando estaba a punto de terminar el colegio le comentó a sus padres que deseaba irse a estudiar a Medellín. Pensaba que en la capital antioqueña podría tener mejores oportunidades. Así llegó a la ciudad para terminar el bachillerato, y lo hizo en el Liceo Salazar y Herrera.
En el 2011 ingresó a Negocios Internacionales, ya con dos materias adelantadas. De igual forma, aprovechó los cursos vacacionales para ver algunas clases. Luego se presentó la oportunidad de una doble titulación con Administración de Empresas, algo muy común en estas carreras. Después vio algunas clases con compañeros de Economía, y fue ahí donde analizó los pros y contras. Organizó los horarios, habló con su familia, y así fue como inició una tripe titulación.
Todos pensaban que no tenía vida, pero se equivocaban. Era cuestión de organizarse. Algunos días estaba en la universidad desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, debido a que veía unas 10 o 12 materias por semestre. Aunque muchas veces dijo no a invitaciones, no fue impedimento para sacar tiempo para sí mismo y sus seres queridos. En las noches practicaba waterpolo, pero una lesión en la mano lo obligó a retirarse de ese deporte.
En cuanto a lo económico, tampoco fue fácil. Su familia hacía el esfuerzo, pero él también ayudaba. Se movilizaba en bicicleta, vendía dulces y hacía uso de beneficios de la universidad, como auxilios en fotocopias y refrigerios. De igual manera, la UPB le daba descuentos por su desempeño académico y por estudiar tres carreras.
El mensaje sería creer en uno mismo y hacer todo lo posible por conseguir los sueños
Además, gracias a una buena colaboración que hizo en una oportunidad para la empresa Coorditil, comenzó a trabajar primero en vacaciones y luego medio tiempo en esa compañía, lo que le permitió generar otros ingresos.
Para ese entonces, ya solo estudiaba Economía, pero si hubiera decidido solo estudiar, se habría graduado de 21 años de las tres carreras.
Actualmente es coordinador del área de estrategias de la compañía, y planea ser docente de cátedra. Dice que ojalá de la UPB.
En cuanto a su formación académica se está postulando varias becas para estudiar una maestría, y en sus planes también está ser doctor antes de los 30 años.
“El mensaje sería creer en uno mismo y hacer todo lo posible por conseguir los sueños. Este era mi sueño. Mi consejo es luchar por los sueños y que es importante indagar lo que más puedan de los beneficios que ofrece la academia o la universidad y no dejar de creer en uno mismo”, expresa Daniel.
Mateo García
Para EL TIEMPO
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