El telón se levantó en agosto de 1987. La ciudad carecía, entonces, de lugares para debatir las representaciones artísticas que cobraban vida en las tablas.
Por esto, algunos estudiosos del tema se unieron para gestar un proyecto dedicado al teatro. La idea coincidió con la visita que por esos días hizo el dramaturgo español José Sanchis Sinisterra. Uno de los gestores del sueño fue el desaparecido maestro Gilberto Martínez.
En dicha reunión no se buscó tanto hacer un teatro convencional. Las tablas, los telones, las sillas y las luces vendrían después. Allí, los asistentes pensaron en establecer un espacio de confrontación teatral dedicado a la investigación, donde ellos mismos ponían sus ideas al juicio de los demás contertulios para debatir y generar conocimiento.
Con el paso del tiempo, la investigación, la creatividad y la proyección social que Martínez impregnó en su ADN, le concedieron la oportunidad de lograr un nombre en el panorama cultural de Medellín y el país.
Su actual director, tras el fallecimiento de Martínez a principios de este año, Jorge Iván Suárez, comentó que como parte del crecimiento que tuvo este proyecto fue la idea de Gilberto siempre fiel de reunir los recortes de prensa que hablaban sobre el teatro para, de este modo, tener elementos documentales que consignar a la historia de Medellín y las tablas.
30 años no se cumplen todos los días, amigos @casadelteatro. En sus segundos 15 les deseamos muchos años más de vida. ¡Salud! pic.twitter.com/Q4qHUHAbPp
— Salallena (@Salallenacom) 12 de agosto de 2017
Suárez fue siempre cercano a Martínez y quizá por ello hoy ocupa con orgullo el cargo de dirigir a esta institución que brinda a la ciudad elementos para estimular su forma de pensar y concebir las diferentes situaciones sociales.
Cuando la idea de Martínez recién se consolidaba, Suárez ya hacía parte de algunas jornadas de lectura dramatizadas que allí se dieron. Luego de ello emigró hacia tierras españolas para formarse en dirección de escena y en escenografía, al punto de alcanzar un doctorado en Bellas Artes.

La biblioteca de artes escénicas Gilberto Martínez es la segunda en importancia, por su colección, en el continente.
Cortesía Casa del Teatro
Gracias a las tablas, la cercanía que ambos tuvieron se tradujo en un crecimiento para la Casa del Teatro.
“Siempre mantuve un contacto con Gilberto. Incluso me invitaba a realizar talleres cuando venía a la ciudad”, recordó.
Justo antes de llegar a las tres décadas, la Casa perdió a su fundador. Pero quien asumió el desafío de continuar con el legado ha visto de cerca los procesos de transformación y crecimiento del lugar.
Suárez consideró que la idea de dirigir la Casa del Teatro es un reto grande por la responsabilidad de tener que asumir una trayectoria para “lograr mantener una tradición de formación, de confrontación y de apertura a nuevas ideas”.
Siempre mantuve un contacto con Gilberto. Incluso me invitaba a realizar talleres cuando venía a la ciudad
Medellín tiene también en esta Casa del barrio Prado una joya. Se trata de una gran biblioteca que desde el 2003 expone 10.300 libros sobre las artes escénicas.
Aunque la especialidad es el teatro mundial, goza de tener secciones dedicadas a los movimientos latinoamericanos y al teatro colombiano, lo que como referencia le suma importancia a esta colección que está abierta al público apasionado por el teatro.
Diego Casas, actor y empleado desde sus orígenes, dijo que la idea que se ha trabajado es la de que a través del teatro se puede brindar a la ciudad una nueva manera de convivencia desde las metáforas que se crean en las tablas.
Al público no hay que darle solo lo que pide, sino enseñarle a pedir e invitarlo a pensar
La Casa del Teatro es un lugar que brinda conocimiento. Con sus investigaciones, charlas y puestas en escena quieren lograr la premisa de Gilberto, que “al público no hay que darle solo lo que pide, sino enseñarle a pedir e invitarlo a pensar”.
Hasta el 26 de agosto tendrá una variada programación para todo publico que se podrá consultar en www.casadelteatro.org.co.
DAVID FONSECA ARIAS
davfon@eltiempo.com
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN
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