Si bien el vaso Altaír -excavación donde se hace la disposición final de los residuos sólidos- del relleno sanitario La Pradera, ubicado en Donmatías, solo se ha llenado hasta el 40 por ciento de su capacidad, en el 2020 tendría que comenzar a recibir los residuos sólidos del 52,4 por ciento de los 42 rellenos sanitarios del departamento en jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional de Antioquia (Corantioquia), pues ese año terminarían su vida útil.
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Cada día La Pradera recibe 3.300 toneladas de basura proveniente de 35 municipios de Antioquia; Medellín es el municipio que más contribuye a esa cifra.
Y aunque a Altaír le queda un estimado de entre seis y siete años de vida útil, cifra que varía en el tiempo según Liliana Montoya, jefe de Disposición Final de Empresas Varias (EmVarias), este tiempo podría reducirse aceleradamente si comienza a recibir los residuos de aún más municipios.
Por otro lado, La Pradera, el relleno sanitario de mayor capacidad en Antioquia, en la actualidad es el único para Medellín y el Valle de Aburrá, pues desde el cierre de El Guacal, en 2015, esta región se quedó sin un relleno sanitario de contingencia.
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“Los residuos recibidos en el relleno sanitario La Pradera han aumentado, esto en gran parte se debe al cierre de El Guacal, que era la otra alternativa de la región para la disposición final de residuos”, comentó Montoya; sin embargo, aclaró que ya se están estudiando otras áreas, de 382 hectáreas, para la construcción de tres vasos más para La Pradera, lo que alargaría la vida útil de este relleno sanitario y evitaría, al menos en el corto plazo, tener que adaptar otro sitio para la disposición final de los residuos del departamento.
Elizabeth Carvajal, docente del Departamento de Geociencias y Medioambiente de la Universidad Nacional sede Medellín, dijo que este relleno sanitario ha resuelto el problema a muchos municipios que por falta de recursos o gestión no han buscado su solución definitiva a la disposición final de residuos, pero “el problema es que el tiempo para el cual fue diseñado se ha disminuido toda vez que muchos más municipios llevan sus residuos a este sitio”, comentó.
La docente agregó que generalmente los rellenos sanitarios se diseñan para un funcionamiento de 20 años, La Pradera, que abrió en 2003, lleva 13 años de operación. Por último Carvajal dijo que a corto plazo lo ideal sería ampliar la capacidad de La Pradera en lugar de buscar otro lugar y afectar a una comunidad diferente.
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Otras alternativasEn Colombia, del total de residuos producidos en el 2013, un 94 por ciento fueron enterrados, según datos de Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
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Y es que en el país la opción de los rellenos sanitarios sigue siendo la más usada y viable, según comenta Elizabeth Carvajal. “Los rellenos sanitarios son la alternativa técnica y económicamente más viable, en el país aún no se usan alternativas, por ejemplo, de incineración con generación de energía”, dijo.
Sin embargo, no solo Colombia usa principalmente esta solución de disposición final de residuos sólidos, Carvajal comentó que incluso en países como Estado Unidos, con toda la tecnología de la que disponen, los rellenos sanitarios son la opción más usada.
“Desde el punto de vista técnico es una de las mejores opciones a pesar de que tiene gran impacto ambiental”, explicó la docente, y agregó que este impacto siempre va a estar latente, especialmente en el tema de los lixiviados, uno de los más críticos a la hora de manejar residuos sólidos.
Juan David Ramírez, de Corantioquia, también está de acuerdo con que los rellenos sanitarios son la opción de disposición final más adecuada para Colombia en estos momentos, pero dice que es necesaria una medida para reducir la generación de residuos.
“Los rellenos sanitarios deben existir para disponer los residuos que, en pocas cantidades, al final resulten inservibles y deben ir a disposición final”, concluyó Ramírez.
Se requiere planeación y más educación ciudadanaEn los rellenos sanitarios que están en la jurisdicción de la Corantioquia se dispone del 85 por ciento de los residuos sólidos del departamento, provenientes de 80 municipios diferentes; sin embargo, la capacidad de estos rellenos se ha ido agotando y en el 2020 más de la mitad se llenará y finalizará su vida útil.
“Esto quiere decir que ya las administraciones municipales deberían estar incorporando en sus planes estratégicos la búsqueda de nuevos sitios de disposición desde una perspectiva no solo local sino también regional, para que se den acciones de costo-beneficio en materia de gestión de residuos”, comentó al respecto Juan David Ramírez, subdirector de Gestión Ambiental de Corantioquia.
Sin embargo, Elizabeth Carvajal, docente del Departamento de Geociencias y Medioambiente de la Universidad Nacional, dice que no es sencillo designar otros sitios de disposición, “encontrar un sitio que reúna todos los requisitos para un relleno sanitario no es fácil, y mientras más rápido se acabe la vida útil de un relleno, más dificultades habrá para la región que dispone sus residuos allí”, comentó.
Algunos de esos requisitos, contenidos en el decreto 838 del 2005, son: estar al menos a 500 metros de distancia de fuentes de abastecimiento hídrico para consumo humano, garantizar que los vientos que pasan por allí no vayan en dirección del casco urbano más cercano, y no estar ubicados en áreas protegidas o del Sistema de Parques Nacionales Naturales.
El Subdirector Ambiental de Corantioquia dijo que otra parte de la responsabilidad de las administraciones municipales es adelantar programas para reducir la generación de residuos a partir de programas de formación de los ciudadanos, y, por otro lado, procesos de recolección selectiva: una ruta de basuras para los reciclables, otra para lo orgánico, y otra para lo inservible; así solo esto último llegaría a los rellenos sanitarios, mientras que lo orgánico podría aprovecharse en compostaje, y lo reciclable en procesos de reciclaje.
En la ciudad hay 3.662 recicladores agremiados, según datos de la Secretaría de Ambiente de Medellín.
Gracias al trabajo de estos recicladores, mensualmente se recuperan en promedio 360 toneladas de material reciclable, y en lo que va del año se han captado aproximadamente 3.756 toneladas de este material.
María Isabel Ortiz F.
MEDELLÍN
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