Un taller de escritura permite que los escritores desarrollen la disciplina necesaria para hacer esta labor. De igual forma desarrolla el aprendizaje del escritor, y es una herramienta para que de alguna manera pierdan el pudor de que otros lean lo que escriben.
En la ciudad existen varios de estos grupos, entre ellos, se destaca el Taller de Creación Literaria de la Universidad de Antioquia, que este año ganó el programa nacional de Estímulos 2016 del Ministerio de Cultura, con el cual el Gobierno apoya diferentes procesos culturales que impactan a la sociedad.
Además, acaba de publicar una antología con algunos de los textos que se han escrito durante los últimos años. En el prólogo de la publicación, Luis Fernando Macías, director del Taller, escribió que, a pesar de que allí se reúne periódicamente un grupo de personas, estos grupos de literatura “se constituyen como un proyecto individual. Cada uno es el taller. Su objetivo es formar en cada uno de los miembros el escritor que le corresponde ser”.
En total son 58 textos los que reúne la Antología del Taller de Creación Literaria, segunda entrega, elaborada por jóvenes y adultos.
Este grupo de creación literaria nació en 1980, bajo la dirección de Mario Escobar Velásquez, con el fin de prestar un servicio a la comunidad. Escobar estuvo dirigiendo el grupo hasta 2004, año desde el que Macías asume el cargo.
Macías, como muchos de los grandes escritores que actualmente tiene la ciudad, pasó por el Taller de Escritores de la Biblioteca Pública Piloto, dictado por Manuel Mejía Vallejo. “Manuel era el gran escritor vivo que teníamos en esa época. Era generoso, sabio, todo lo que sabía lo entregaba, lo daba”, recuerda Macías.
Aunque estudiaba en la universidad, el en la Piloto fue el lugar donde se formó como escritor y pudo desarrollar habilidades en las que trabajaba desde el bachillerato
Macías, que estudió Educación, Español y Literatura, destaca la importancia que tienen los talleres de escritura. Dice, que “es muy importante en esta época, porque va siendo la escritura el mecanismo más importante de búsqueda, de identidad y expresión del ser. Un taller permite que la gente desarrolle la disciplina necesaria para hacer este trabajo”.
Lo más importante de estos grupos literarios son los textos de sus integrantes. A partir de lo que la gente escribe se van estudiando ciertos criterios de para la creación literaria.
En la antología, que fue presentada la semana pasada, se pueden leer cuentos, relatos, poemas, ensayos y estampas (relatos descriptivos y narrativos con una carga poética).
Entre los publicados se Bernarda Trujillo, que tiene 92 y lleva 12 asistiendo al grupo. Ella ha realizado dos publicaciones individuales, y planea la tercera. La inspiración para de ella fue su nieto, por él entró al taller y desde entonces no para de escribir. “Escribo de lo que veo, lo que admiro, lo que me emociona o lo que me impresiona”, cuenta Bernarda.
El director asegura que es necesario que las personas vean que sus trabajos se publican, porque así tendrán parámetros para medirse ellos mismos. Además, a raíz de los escritos publicados se continúa el proceso de la formación.
La sola publicación ya es una invitación para conocer estos trabajos tan diversos. “Todos los textos son muy individuales, son diferentes, no se parecen en nada unos a otros, pero todos son de calidad”, afirma Macías.
MATEO GARCÍA
Para EL TIEMPO
Medellín
Comentar