Tras una sonrisa para salir bien en la foto junto a una especie animal hay toda una historia de tráfico de fauna, maltrato y muerte.
Sucede en casi todo el mundo y Colombia no es un caso aparte. La Amazonia, al extremo sur del país, es quizás la zona donde más se realiza esta práctica.

En la fundación Aiunau se ayuda en la rehabilitación de los perezosos para luego ser liberados en su hábitat.
Guillermo Ossa / EL TIEMPO
“El turista no sabe que para tomarse una selfie con un animal del bosque, este fue arrebatado del seno de su mamá y privado de la libertad para poder complacer al turista que paga algún dinero a las comunidades, normalmente indígenas o campesinas, que tienen el animal”, comenta Tinka Plese, fundadora y directora de la fundación Aiunau, entidad que se encarga de rescatar y rehabilitar especies del género Xenarthra (perezosos, hormigueros y armadillos) con sede en el municipio de Caldas al sur del Valle del Aburrá.
También manifiesta que los visitantes no saben que estos animales después de un tiempo, por maltrato animal y mala nutrición, mueren.
El turista no sabe que para tomarse una selfie con un animal del bosque, este fue arrebatado del seno de su mamá y privado de la libertad

Tinka Plese, directora de la fundación Aiunau, hace un llamado a los turistas nacionales y extranjeros para que eviten tomarse selfies con animales silvestres.
Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Lo que hace el campesino, indígena o incluso algunos guías turísticos, es que van al bosque y consiguen unos nuevos para seguir con la cadena. Actos que contribuyen a la extinción de las especies, la explotación y el maltrato animal y las selfies son una de sus principales causas.
Para la directora, existe un tipo específico de público que llega al país buscando estas selfies. “Hay cierto público, por ejemplo el norteamericano, cuando llega a Colombia, en particular con los perezosos, como han estado en Costa Rica, donde hay 'supuestos' centros de rehabilitación y donde les permiten 'manosear' y maltratar a los animales, llegan al Amazonas y a otras partes del país, y creen que pueden hacer lo mismo y someten a las especies a un fuerte estrés que les puede causar la muerte”, dice.

El centro de rehabilitación de la fundación Aiunau está ubicado en el municipio de Caldas en Antioquia.
Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Pero destaca que hay otro tipo de público como el europeo y el australiano que han sido mucho más considerados.
Incluso, un grupo manifestó que algunos guías turísticos del Amazonas, concretamente en los poblados de Leticia, invitaron a los turistas al bosque a conocer nidos de algunos pájaros para que tocaran los huevos.
“Eso es un crimen sin igual y fueron los mismos ecoturistas, muy consientes los que rechazaron esta invitación e hicieron la denuncia”, comenta la profesional.

Las hojas, su principal fuente de alimento, proporcionan muy poca energía y nutrientes, y no las digieren fácilmente.
Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Aiunau quiere concientizar a las turistas para evitar esta práctica que está poniendo en riesgo de extinción a muchas especies que habitan en los bosques de nuestro país y del mundo.
Programas y apoyos para la conservaciónEl próximo 8 de junio Aiunau presentará el taller sobre la importancia de la primera atención a la fauna silvestre en especial a los del género Xenarthra para una mejor rehabilitación.
Este taller se hace en convenio con el ministerio de medio ambiente.
La primera atención es importante porque casi todos estos animales vivieron el trauma de ser agredidos en el bosque, arrebatados del seno de su madre, y maltratos hasta que los vendieron. Luego alguien los tuvo en malas condiciones y bajo condiciones de alto estrés.
“A todos los niveles estamos haciendo esfuerzos muy grandes de trabajar con fauna silvestre, pero si la atención primaria no lo hacemos bien de todas maneras mueren”, dice Tinka.

Los principales depredadores de los perezosos son el hombre, serpientes constrictoras, grandes felinos y aves de presa
Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Desde el año pasado la fundación Aiunau cuenta con el apoyo de la Organización Mundial para la Protección de los Animales (WSPA por sus siglas en inglés) para gastos de operación y financiaron la elaboración de dos encierros para la rehabilitación de perezosos en la sede de Caldas en Antioquia.
“Ellos han entendido muy bien nuestras necesidades y están financiando el establecimiento del centro de rescate y rehabilitación de Xenarthras El Alto en el departamento de Córdoba, que entrara en funcionamiento en julio”.
Aquí no solamente se rehabilitaran y posteriormente se liberaran las especies sino que será un centro educativo donde se podrá trabajar con las comunidades rurales y concientizarlas para que cuiden los animales.
GUILLERMO OSSA
Fotoperiodista de EL TIEMPO
En Twitter: @GuillermoOssa
Comentar