El pequeño Isaac se alista para tocar el piano, relaja sus hombros y la parte superior de sus brazos, descarga sus dedos en las teclas e improvisa, no se guía de partituras sino de sus emociones y su oído musical.
Él lleva 5 de sus 8 años de vida tocando este instrumento y cada que lo hace sonríe y da lo mejor de sí. Toda su habilidad inspiró a su padre, Édison Venegas, para hacer la película Talento millonario, que está en cartelera en más de 80 salas de cine del país.
La cinta es protagonizada por el mismo Isaac, un niño con síndrome de Down, y es basada en un reality musical, creado especialmente para personas con algún tipo de discapacidad. En ella participan más de 50 personas con diferentes limitaciones que sorprenden con sus habilidades artísticas.
La película cuenta la historia de María, quien por problemas económicos alquila su vientre para una inseminación, mientras su esposo está en prisión. Al nacer, el bebé es rechazado por la pareja que lo encargó, cuando se entera de que nació con ese trastorno genético, por lo que María lo cría y descubre su talento.

Para tocar el piano, Isaac improvisa, no se guía de partituras sino de sus emociones. Su padre le descubrió este talento, cuando el pequeño acompañaba a su hermana mayor a clases de música.
Jaiver Nieto / EL TIEMPO
El largometraje lo escribió y dirigió un policía paisa de 44 años, quien recuerda que cuando su hijo nació, todos los días él y su esposa le reclamaban a Dios por qué tenía ese síndrome. La respuesta la conoció a medida que su hijo crecía.
“Él empezó a romper todos los paradigmas y estereotipos de esos imaginarios que teníamos sobre lo complejo que era criar a un hijo con síndrome de Dawn, el pequeño transformó esa percepción y nos mostró una persona extraordinaria, él transmite lo más íntimo de su ser”, describe Édison.
Los niños como Isaac no aplazan decir un te amo, dar un abrazo ni un beso en la mejilla. Su padre destaca que nunca premeditan nada malo ni tienen rencor en su corazón y que además de ser excelentes personas, tienen capacidades especiales.
El policía descubrió el talento musical de su hijo, cuando lo llevó a una clase de piano de su hermana Manuela, siete años mayor que él. “Quería repetir todo lo que ella hacía, comenzó a sentarse a su lado, a tocar las notas e intentar seguir la melodía. Nos dimos cuenta de que tenía oído musical y empezamos a pagarle clases propias, cada día mejoraba más y más”, asegura.
Entonces, al padre se le ocurrió contar esa historia. La empezó a escribir en el año 2013, la terminó en seis meses y, finalmente, hizo siete versiones. Confiesa que es recreada con ficción para tener un hilo conductor atractivo y así contar las etapas de los padres en la crianza de un hijo con síndrome de Down.
Él empezó a romper todos los paradigmas y estereotipos de esos imaginarios que teníamos sobre lo complejo que era criar a un hijo con síndrome de Dawn.
Las escenas de Talento millonario enseñan que un niño con esa condición, lejos de ser una carga para la sus padres, llega a transformar sus vidas. “Buscamos que los espectadores, después de salir de la sala de cine, puedan sentir admiración y respeto por personas con capacidades diferentes, no lástima como a veces pasa”, expresa.
El reto más grande para el director y su equipo de producción fue enfrentar un set de grabación con 50 niños con discapacidad, “cuando empecé con la idea, los actores me dijeron que era una locura hacer una película con esta temática, pero en los ensayos se dieron cuenta de que las personas con esa condición son muy apasionadas con el arte y tienen mucha disciplina”, resalta.
Durante los 35 días de rodaje, los niños siempre fueron auténticos, inspiraron amor y mostraron esa emoción por participar en el largometraje. Para ellos, cada escena era un juego. Eso fue precisamente lo que más les gustó a Édison y al equipo de trabajo.

Édison Vanegas lleva 21 años en la Policía Metropolitana y hace 13 años estudió cine. En su última película, su hijo Isaac es el protagonista de la historia, basada en un reality musical.
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“Los actores dicen que grabar con ellos era una experiencia única y que se sentían rodeados de ángeles, siempre irradiaban naturalidad. Esa es la esencia de Talento millonario, la película de mayor inclusión en el país”, dice el director.
Para el policía hacer este film fue todo un reto por el presupuesto. “Nosotros rodabamos y no sabíamos si al día siguiente continuaríamos. La fe que tuvimos hizo que no tiráramos la toalla, quedamos debiendo dinero, pero cumplimos un sueño”, cuenta.
La película es de bajo presupuesto, costó 1.000 millones de pesos, y logra tocar el corazón de sus espectadores, sacarle lágrimas y risas, también deja muchas reflexiones.
El director asegura que Talento millonario tiene dos lenguajes que no necesitan traducción: el amor y la música, por ello cree que puede sobrepasar las fronteras de Colombia.
Este es su segundo largometraje y su quinta producción cinematográfica. Él considera esta cinta como su ópera prima porque fue registrada en cinematografía, cumple con estándares de calidad para participar en cualquier festival de cine del mundo y ser presentada dignamente en cualquier país.

Édison va vestido con su uniforme de policía y con orgullo lleva de la mano a Isaac por las calles del centro de Medellín.
Jaiver Nieto / EL TIEMPO
Édison también es el director de la orquesta y de la emisora de radio de la Policía y jefe de comunicaciones estratégicas de esa institución, donde acompaña operativos peligrosos y luego los da a conocer con fotos y videos. Lleva 21 años en la Policía Metropolitana y hace 13 estudió Producción Audiovisual, fue alumno del cineasta colombiano Víctor Gaviria.
Él va vestido con su uniforme de policía y con orgullo lleva de la mano a Isaac por las calles del centro de Medellín. A su hijo lo reconocen varios transeúntes y se acercan para saludarlo y tomarse selfies con él.
“La cinta rompió la historia, antes era raro ver que alguien buscara a un niño con síndrome de Down para tomarse una foto con admiración. Isaac sigue siendo el mismo, se entretiene con dos tapitas, con un lápiz o una hoja de papel, es auténtico y genuino”, concluye.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
En Twitter: @johapareja
Medellín
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