Madres empujando a bebés en coches, jóvenes paseando a sus perros, amigos compartiendo un picnic y niños patinando, así como montando en bicicleta son las imágenes que se ven en la primera etapa de Parques del Río Medellín.
Este nuevo espacio de ciudad, ubicado en el occidente de la capital antioqueña, y que hoy completa 45 días de abierto al público, es bien acogido no solo por sus vecinos, en Conquistadores, sino también por habitantes de otros barrios.

Los niños disfrutan de los espacios que hay para ellos en la primera etapa de Parques del Río Medellín. Foto: Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Poco a poco, sus 145.181 metros cuadrados de espacio público son ocupados por personas y mascotas, que llegan allí a hacer deporte, compartir con amigos y familiares.
Asimismo, es un sitio para la diversión. Se ven niños en los juegos, entrenado fútbol con sus papás en la cancha sintética y corriendo por los 22.765 metros cuadrados de zonas verdes.
En ese espacio se sembraron más de 1.000 árboles y unos 20.000 metros cuadrados de plantas pequeñas. Entre las especies están el Yarumo, Drago, Niguito, Árbol loco, Espadero y Quiebra barrigo.
Allí se ven jardineros regando y puliendo las plantas para que sean más atractivas y contrasten con el río Medellín, que pasa por un lado del parque.
Precisamente, Diana Bedoya, habitante del edificio Jardín de Conquistadores, cuenta que lleva más de una década viviendo al frente del río y que este no era valorado, pero ahora tiene su encanto. El parque le devolvió la vida al afluente, cerca ya no pasan carros sino que se elevan cometas y se camina.

Los árboles y jardines hace que el parque sea más atractivo y contrastan con el río Medellín, que pasa por un lado del parque. Foto: Jaiver Nieto / EL TIEMPO
En el lugar también hay policías movilizándose en sofisticadas patinetas eléctricas, conocidas como ‘segways’, vehículos de dos ruedas que les permiten a los uniformados transitar por todos los rincones de la primera etapa.
Diana afirma que al principio les preocupaba la seguridad porque venían personas de muchos barrios, pero que hay policías las 24 horas protegiendo a sus visitantes y el lugar. “Aquí tranquilamente tiran manteles para picnics, celebran cumpleaños, hacen deporte y hay citas de enamorados, es un espacio para el esparcimiento y el descanso que nos hacía falta”, describe.
El parque cuenta con 300 metros cuadrados de ciclorrutas, 45 cicloparqueaderos, 7.500 metros cuadrados de andenes peatonales y tres zonas de bancas asoleadoras, ocupadas la mayoría por novios.
Ese espacio está encima del soterrado de la avenida Regional, que tiene una extensión de 392 metros y siete carriles, que fue habilitado hace casi tres meses.
No todo es positivo, Celena Cadavid, quien pasea a su nieta en un coche, le pondría más sombra a este lugar. “La gente lo disfruta, es muy bonito, pero los árboles que talaron para la construcción de esta etapa refrescaban, los de ahora son pequeños, hay un jardín, pero no reemplazará la capa vegetal que teníamos”, dice.

Los 145.181 metros cuadrados de espacio público son ocupados por familias, parejas y amigos. Foto: Guillermo Ossa / EL TIEMPO.
Otra de las críticas que hace Celena es que las sillas asoleadoras son usadas por parejas para darse besos, ya sea de lesbianas, gais o heterosexuales. “Eso no es bien visto en un sitio que recibe tanto niño”, asegura.
Rodrigo Correa, habitante de La 33, comenta que el espacio es muy agradable, pero que será mejor cuando los árboles crezcan. A él le parece que las autoridades deben exigir que los perros lleven bozal porque hay muchos niños y poco control.
El experto en urbanismo y concejal de Medellín, Daniel Carvalho, asegura que fue un error no terminar la zona comercial en esta primera fase, lo que todavía se puede corregir. Igualmente, dice que todavía no se ha solucionado el parqueadero para las personas que van en vehículo al parque.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
MEDELLÍN
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