El 31 de diciembre de 2006, Sergio Fajardo, alcalde de Medellín en ese entonces cortó la cinta de apertura del Parque Biblioteca Presbítero José Luis Arroyave en San Javier, en la puerta de entrada a una de las comunas más vulnerables y estigmatizadas de la ciudad.
La comunidad, atestada en el nuevo edificio, vio con incredulidad cómo habían erigido una moderna estructura, algo nunca antes visto en esa comunidad de bajos recursos.
Ese parque biblioteca fue el primero de la ciudad y con él se concretó también el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín. Luego, en los primeros semestres de 2007, abrieron otros cuatro que fueron León de Greiff La Ladera, Tomás Carrasquilla La Quintana, España Santo Domingo y el parque biblioteca Belén.
Juan Alejandro García, de 19 años, recuerda que la primera vez que entró al parque biblioteca de San Javier aún era un niño y llegó a la sala de sistemas para aprender a manejar los computadores. Ahora va diariamente porque no tiene empleo, entonces en las tardes aprovecha para usar el wi-fi o para leer.
Actualmente, el sistema está compuesto por nueve parques biblioteca, once bibliotecas de proximidad y cinco centros de documentación. También incluye a la Biblioteca Pública Piloto, sus cuatro filiales y el Archivo Histórico de Medellín, y está conectada con las bibliotecas del Vallé de Aburrá.
Según Luz Estela Peña, líder del proyecto de bibliotecas, en su primer decenio han logrado tener presencia en el 95 por ciento del territorio, pues únicamente en la Comuna 3 (Manrique) no tienen oferta de servicios.
Pero tal vez lo más sorprendente de esas grandes estructuras es que en ellas se vive algo similar a la ‘Cultura Metro’, pues son espacios de convivencia aunque estén circundados por barrios convulsos.
Así lo sostiene Eliana Maldonado, coordinadora del Parque Biblioteca de San Javier, que afirma que el lugar no ha sido permeado por las dinámicas de violencia que pueden verse en el barrio. “No se ve venta ilegal de drogas, hay tolerancia, es increíble el respeto que nos tienen y lo bien que nos ha recibido el barrio”, comenta Maldonado.
De los parques biblioteca han surgido iniciativas ciudadanas, grupos juveniles, colectivos artísticos e infinidades de propuestas, por las cuales han recibido premios internacionales como el Premio Acceso al Conocimiento 2009 de la Fundación Bill & Melinda Gates por la transformación social, el Reina Sofía de Accesibilidad Universal por el trabajo con personas discapacitadas y el Premio Bibliotecas Verdes de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, por la agroteca sembrada por la comunidad en San Javier.
Peña, afirma que en estos diez años lo más importante es haberse vuelto un referente cultura para los usuarios y para otras bibliotecas del país y del mundo, y agregó que eso los impulsa a “mantener la buena imagen de que las bibliotecas se han convertido en un motor de cambio social y en unos laboratorios donde pasan gran cantidad de cosas”.
El único paso en falso que ha tenido el sistema ha sido el cierre del parque biblioteca España, uno de los más emblemáticos, que cumple más de un año y cuatro meses sin prestar servicio en su sede por problemas en su infraestructura.
Hoy, esos lugares que son a la vez espacio de estudio, de reunión y de recreo continúan con el objetivo propuesto desde sus inicios, que es conectar los territorios y comunidades, generar oportunidades y contribuir al desarrollo de la ciudad.
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