Aumentan ataques en el país por paro armadoSe reportaron hostigamientos y quemas de vehículos. Procuraduría pidió la instalación de un puesto de mando unificado.
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Antioquia: segunda noche de alerta por el paro armado del ‘clan del Golfo’
En Uramita hostigaron la estación de Policía y en Cisneros fue intimidada la población civil.
Una nueva noche de horror vivieron los habitantes de municipios antioqueños como Uramita y Santa Fe de Antioquia, Occidente antioqueño, por cuenta de disparos y explosiones que irrumpieron la tranquilidad en ambas poblaciones.
"En estos momentos están hostigando el comando de Policía de Uramita, para que estemos atentos todos”, advirtió el alcalde de Frontino, Jorge Hugo Elejalde, a su equipo de trabajo.
El ataque armado comenzó a las 6:50 de la tarde y, contaron habitantes del municipio a EL TIEMPO, se extendió por casi una hora.
“Al parecer los ataques fueron por dos frentes, por el puente de la nueva vía y por el frente de la estación. Ráfagas de fusil y estruendos como de granadas”, contó un local. (Niños de colegio en Antioquia víctimas del paro armado)
En el centro histórico de Santa Fe de Antioquia también se escucharon varios disparos que quedaron registrados en videos.
#Antioquia 📍| Se mantiene el accionar del #ClanDelGolfo por el #ParoArmado. . En el municipio de Santa Fe de Antioquia, continúan la zozobra por cuenta de los enfrentamiento entre Fuerza Pública y miembros del grupo armado. pic.twitter.com/6Yhkiqd0hY
Al otro lado del departamento, en Segovia, Nordeste antioqueño, una camioneta fue incinerada en plena calle del barrio Borbollón, mientras que en Cisneros, reportaron desde la Alcaldía, hombres en motocicleta ingresaron al casco urbano, realizaron disparos al aire y huyeron ante la reacción de la Fuerza Pública.
“Nuestro pueblo sufrió una intimidación violenta por parte de dos hombres que circulaban en moto haciendo disparos al aire por la plaza de mercado. Del mismo modo que ocurrió en San Roque. Los hombres huyeron con dirección a La Quiebra”, dice un comunicado.
Estos hechos ocurrieron después del consejo de seguridad realizado en el Urabá antioqueño donde estuvieron el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, los ministros del Interior, Defensa y Agricultura, y altos mandos de Policía y Ejército.