En época decembrina se despiertan con más fuerza los sentimientos de solidaridad. Por eso es común que se dispare la donación de alimentos, ropa y juguetes.
Sin embargo, ese espíritu solidario también puede estar alimentando la mendicidad y la vulneración de los derechos de los niños y adolescentes, pues muchas veces los adultos los llevan a distintos lugares en los que saben que podrán recibir bastantes regalos y los exponen a riesgos diversos.
Por esta razón, la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, con apoyo de otras entidades, lidera una campaña que busca que los ciudadanos no den ningún tipo de regalos a familias o menores de edad que estén en vías públicas.
“Hay una confluencia de niños y familias en época navideña que solicitan regalos, pero vamos a tener unos sitios de acopio y entrega de juguetes y otros elementos que no sean en las vías, que no pongan en riesgo la salud de los niños o les causen un accidente”, expresó Luis Bernardo Vélez, secretario de Inclusión.
Esta situación preocupa mucho a las autoridades, en tanto que muchas familias se vuelcan a sitios estratégicos de la ciudad con sus hijos menores de edad, pues conmueven más a las personas.
Con el agravante de que los ponen en situación de mendicidad en semáforos o esquinas, lo que se constituye en ocasiones como trabajo forzoso para los niños, sostuvo Alexandra Virviescas, personera delegada de la Unidad de Protección al Interés Público, de la Personería de Medellín.
En otros casos, también es común ver a menores de edad solos pidiendo, haciendo malabares u otras actividades para ganarse la simpatía de las personas.
“Hay vulneración de derechos a nuestra infancia porque las calles no son para esta. Muchas veces alquilan a los niños o los usan para que desarrollen estas actividades, para conseguir dinero o alimentos, para llevarlos a sus padres y muchos de esos juguetes ni siquiera son para la diversión de ellos sino para venderlos”, manifestó la funcionaria.
Los lugares donde más se presenta la situación y a la que muchas veces llegan hasta 30 familias por día son la Autopista, sectores donde hay asentamientos como Moravia, barrios como El Poblado o Laureles y los alrededores de centros comerciales.
Entonces, el llamado es para que la ciudadanía se abstenga de entregar regalos en estos sitios y acuda a las sedes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), donde los pueden donar.
Entre tanto, Laura Catalina Roldán, defensora de Familia de ICBF, explicó que si la campaña que busca prevenir esta problemática no funciona, se deberá proceder con el restablecimiento de derechos a los menores de edad.
“Tendríamos que analizar las condiciones de cada uno para identificar si requiere medida de protección o solamente amonestación a padre y madre”, dijo.
Asimismo, se investigan casos de mendicidad indígena, pues al parecer hay redes que los obligan a pedir limosna y los explotan, puntualizó el Secretario de Inclusión, al tiempo que recordó que entregar regalos a niños en la calle es contribuir a su vulneración.
Heidi Tamayo Ortiz
Redactora de EL TIEMPO
@HeidiTamayo
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