En un hecho sin precedentes, el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) es el primer museo colombiano nominado a los Global Fine Art Awards Program (GFAA). Este es un reconocimiento que premia la excelencia en el diseño y en el proceso curatorial de exposiciones en museos, galerías, ferias y bienales alrededor del mundo.
La categoría por el cual está nominado el museo es Post war and contemporary. Solo artist (Postguerra y contemporáneo. artista en solitario), por la exposición ‘Débora Arango: La vida con toda su fuerza admirable’, que es la colección más grande de trabajos de la artista antioqueña y que fue curada por Emiliano Valdez quien, además, es curador jefe del Museo.
Entre los que están nominados a la misma categoría están el Tate Britain, de Londres; el Museo Guggenheim, en Bilbao y el Centro de Arte Contemporáneo de Beijing.
Por su parte, en América Latina hay, además del MAMM, dos nominados: el Museo de Arte de Río de Janeiro y el macro Mural Barrio de México.
EL TIEMPO conversó con Valdez sobre el trabajo que ha venido desempeñando el Museo y sobre la exposición de Débora Arango.
¿Cómo fue su primera impresión cuando se enteró de que estaban nominados a el premio?
De grata sorpresa. A todos acá en el Museo nos tomó por sorpresa. Esto nos empuja a seguir trabajando y mejorar cada vez más, pero sobre todo nos compromete más con el público.
El hecho de que seamos el único nominado de Colombia nos impulsa a ser mejores en nuestro trabajo.
¿Por qué es importante esta nominación al Museo para la ciudad?
Lo principal es que esto es un reconocimiento al trabajo de Débora Arango. Este tipo de premios de relevancia internacional reconoce que toda esa censura y marginación que ella sufrió en su momento fue un error y esta es la manera de compensarlo. Tarde, por cierto.
Pero también es un reconocimiento al trabajo que viene desempeñando el Museo…
Eso queremos creer. En los últimos años el museo ha hecho esfuerzos gigantes por darle a la ciudad y al público unas exposiciones de primer nivel.
Con nominaciones como estas, de alguna manera, nos dice que vamos por buen camino.
¿Tuvo algo que ver la expansión que se hizo hace tres años?
Claro. Gracias a ella tuvimos el espacio de exhibir la colección permanente de Débora.
Del mismo modo, podemos acoger cada vez más público. También que curadores, investigadores, editores tengan la oportunidad de ver el importante legado que nos dejó.
Cuénteme de la exposición por la que el Museo fue nominado, ¿de qué se trata 'Débora Arango: La vida con toda su fuerza admirable'?
Es una exposición que reúne 246 obras que ella misma donó al Museo. La tenemos organizada por las temáticas que ella trataba en su arte que son la política, desnudos, retratos, familia, la religión y la mujer. Es decir, la exposición no está organizada cronológicamente, sino por temas. Asimismo, reúne óleos, acuarelas y hasta bocetos. Entrar en la exhibición es darse cuenta de cómo fue el proceso de creación artística que tuvo. Yo creo que el que entre a la exposición se podrá hacer a una idea completa de quién fue ella.
¿Qué tipo de obras tienen?
Pero realmente, ella le dejó a Colombia un gran legado de su trabajo con la acuarela. Ella fue alumna de Pedro Nel Gómez y de alguna manera viene de esa tradición acuarelista de la ciudad.
Asimismo, tenemos una exposición de trabajos hechos con cerámicas, con los que ella realizó platos y vasijas, entre otros instrumentos.
¿Cómo adquirieron los derechos patrimoniales de las obras de Débora Arango?
Eso fue un problema largo. Desde que nos donó su obra, en 1995, se estableció un debate sobre a quién pertenecían los derechos patrimoniales. Nosotros quisimos tener esos derechos y luchamos para conseguirlos.
Finalmente, en el 2014, se falló a favor de nosotros.
¿Por qué se los dieron al MAMM?
Este Museo siempre ha respetado, cuidado y difundido la obra de Débora. Es nuestro tesoro. De hecho, le concedimos la sala más grande para exhibir sus obras.
El Museo se ha puesto a la tarea de cuidar ese acervo que ella nos legó y contamos con todos los elementos técnicos para conservarlo y salvaguardarlo perfectamente.
¿Cómo ha sido la consolidación de esta obra en el museo?
Lo que nos interesa es conservar los contenidos.
Ella hace la donación en vida a raíz de una exposición que el Museo le organizó. Ese fue uno de los primeros gestos con que se reconoció la importancia de su trabajo. A partir de eso, Débora queda muy agradecida con nosotros y nos hace la donación y decide que el mejor lugar para conservar su trabajo es el Museo de Arte Moderno.
Para usted, ¿qué importancia tiene la obra de Débora?
Débora era una artista que denunciaba con su obra. Que mostraba en sus cuadros lo que ella pensaba de la realidad del país.
El hecho de que haya sido tan marginada y excluida en el siglo XX y que el Museo se tome la tarea de compensar pos mortem.
Nosotros respondemos por el legado que ella dejó a la humanidad.
¿Cómo es ese proceso de curaduría que usted tiene en el Museo?
Este Museo se fundó 1978 por un grupo de artistas e intelectuales. En función de eso, la relación del Museo con la comunidad artística ha sido muy cercana, teniéndolos en cuenta para las exposiciones que organizamos. Eso guía no solo nuestro trabajo, sino todo lo que hacemos.
Nosotros, además, estamos inmersos en una red de colaboradores y actores artísticos y culturales que nos amplía la oferta.
La manera en que yo, como curador y, en general, todo el personal del Museo, entiendo el programa tiene que ver con balancear dos intenciones.
Por un lado, tener una relación cercana con la comunidad y, por el otro, la posibilidad de tener un Museo cada vez más internacional.
¿Qué ejemplos tiene de esa cercanía con la comunidad académica?
Hace dos semanas estrenamos ‘Año cero: los orígenes del MAMM’ que fueron de las primeras colecciones que este Museo exhibió, con artistas que cimentaron las bases de lo que es hoy.
También solemos exponer trabajos de artistas que están empezando en su carrera.
¿Por qué Medellín está tan fuerte artísticamente?
Yo creo que es una ciudad que se ha enfocado en hacer estrategias y herramientas para crear una ciudad fuerte en el tema cultural.
Medellín entiende que la cultura es una apuesta importante que atrae turismo y mejora la calidad de vida tanto para locales como extranjeros. El Museo es lo que es hoy producto de esas políticas.
¿Cómo ve la posibilidad del premio?
Lo veo difícil. Hablaba con la directora que competir con la Trade Britain, de Inglaterra o con el Museo Guggenheim, de Bilbao es un honor, pero de todos modos somos como los chiquitos del grupo de nominados.
Por otro lado, que nos hayan incluido en esa categoría nos da una gran oportunidad para mostrarnos y es increíble que compitamos contra semejantes rivales, el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) es el primer museo colombiano nominado a los Global Fine Art Awards Program (GFAA). Este es un reconocimiento que premia la excelencia en el diseño y en el proceso curatorial de exposiciones en museos, galerías, ferias y bienales alrededor del mundo.
JESÚS DE LEÓN
MEDELLÍN
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