Las directivas de Empresas Públicas de Medellín (EPM) y concejales que le hacen control político están desconectados.
Lo único que tuvieron en común fue en la importancia de EPM para el desarrollo de Medellín.
En su manejo, por otro lado, hubo una gran discordia. Así quedó demostrado en el debate realizado ayer en el Concejo de Medellín en el que se cuestionaron las inversiones que la Empresa ha realizado por fuera de Colombia.
“Vamos a tener el mejor año en la historia de EPM en gran parte gracias a los aportes que recibimos del exterior. Hemos recibido 2,5 billones de pesos en recuperación de la inversión (dividendos, amortizaciones de créditos e intereses)”, expresó Jorge Tabares, vicepresidente financiero de EPM.
Sin embargo, la corporada Luz María Múnera indicó que “en los últimos 15 años el manejo de EPM ha sido nefasto, y en este último año peor. La deuda de la empresa pasó de 14,7 a 16,6 billones de pesos de marzo a junio de este año”.
Ese crecimiento (328 millones de dólares en un trimestre) evidencia que la deuda está aumentando aceleradamente “mucho más que la empresa”.
Aclaró Múnera, que las cifras que ella mostró fueron sacadas de los estados financieros de EPM, que es información pública.
De otro lado, las directivas de EPM defendieron sus operaciones indicando que el Ebitda (flujo de caja) generado por esas operaciones internacionales entre 2010 y 2016 fue de 3,7 billones de pesos, un 14 por ciento.
“Si no tuviéramos esos negocios internacionales, se dejarían de transferir 200.000 millones de pesos menos al municipio en el 2017 para inversiones sociales”, expresó Tabares.
En medio del debate, el ambiente se tornó más álgido cuando tomó la vocería la concejal María Paulina Aguinaga, quien afirmó que si bien la culpa no es ni del actual gerente de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta, ni del alcalde de Medellín,
Federico Gutiérrez, sí habría complicidad de parte de ambos si no revisan y toman decisiones al respecto de los responsables de dichos negocios quienes siguen en EPM.
Según las bancadas citantes, solo recibieron información de 10 de los 42 proyectos que tiene EPM con fecha de término 2013-2016. Estas, según Múnera, presentan sobrecostos de un 22,9 por ciento en 10 obras.
“En el caso de la hidroeléctrica Bonyic, en Panamá, la pérdida acumulada es de 1,18 billones de pesos. Allí hay un detrimento patrimonial palpable. Si tenían presupuestado 50 millones de dólares y terminó costando 315 y tienen pérdida de 140 millones, en efecto hay detrimento y la Contraloría Municipal debe intervenir y buscar los responsables”, afirmó la concejal Aguinaga.
Sobre el tema, la contralora Patricia Bonilla, indicó que el próximo 2 de diciembre tendrán el informe definitivo de la audiencia hecha a Aguas de Antofagasta, “hasta antes no se podrán dar resultados”, dijo.
Ante las cifras y quejas expuestas por las corporadas, el gerente Londoño De la Cuesta reafirmó su confianza total en el grupo que lo rodea y afirmó que las inversiones y aportes hechos por EPM hablan por sí solas.
“La empresa ha logrado mantener transferencias e ingresos crecientes con el tiempo por tener una estrategia de diversificación. Por eso, aunque una línea de negocio tenga un año malo, como lo fue la generación de energía, los otros negocios o las otras geografías los soportan”, afirmó el funcionario.
Reconoció que algunos negocios no van tan bien como otros, pero que son temas que se negociaron en el pasado y que su labor es gestionarlos lo mejor posible.
“En México, por ejemplo, cerramos ayer un contrato por 35 millones de dólares lo que es una buena noticia”, aclaró el gerente.
El debate culminó con sinsabores para ambas partes y lo único claro es que seguirán botando corriente para defender sus posturas.
DAVID ALEJANDRO MERCADO
Redactor EL TIEMPO
Medellíndavmer@eltiempo.com
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