Como el despegue de una nave espacial suena la marcha del primer bus eléctrico que trajo EPM a la ciudad para transportar a sus funcionarios desde la empresa a las estaciones del Metro. Esta estrategia, se verá complementada con el primer articulado eléctrico que se moverá por los carriles del Metroplús.
La idea, además de haber sido apoyada por el Concejo de Medellín con el proyecto que pretende el cambio de la flota de los articulados, estará acompañada por un bus padrón que llegará a finales del próximo año.
Con el plan piloto que durará tres años, una entidad externa medirá los costos en mantenimiento y las condiciones técnicas como lo son el desgaste de las llantas y el gasto energético; un trabajo que requerirá un consumo eléctrico diario equivalente al de un edificio de 30 apartamentos por día, según detalló Jorge Vélez, profesional de desarrollo e innovación EPM.
Con la llegada del articulado de 18 metros y capacidad para movilizar a 160 pasajeros se logrará, además de la reducción en las emisiones contaminantes de hasta 60 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, una apuesta por la transformación del parque automotor en el valle de Aburrá.
Así lo detallaron en el proyecto del Concejo, que ofrecerá incentivos a propietarios y operadores del transporte colectivo (buses y busetas) para que también se sumen a la movilidad sostenible y renueven sus flotas.
Para Juan Gonzalo Merino, director de la Asociación de Transporte Colectivo del valle de Aburrá (Asotransvaa), la iniciativa es positiva en cuanto al tema ambiental, sin embargo el inconveniente está en el tema económico. “Está comprobado que el motor eléctrico tiene cero emisiones contaminantes. Gas, diesel o cualquier combustible fósil, hace combustión y contamina”, comentó.
Está comprobado que el motor eléctrico tiene cero emisiones contaminantes. Gas, diesel o cualquier combustible fósil, hace combustión y contamina
Y es que el bus articulado y su cargador, adquirido por un valor cercano a los 1.900 millones de pesos, continúa siendo la piedra en el zapato en el tema de la movilidad limpia.
“La estructura económica del modelo de prestación del servicio con buses eléctricos está por las nubes, con carros que cuestan de dos a cuatro veces más que un bus normal”, argumentó Merino.
Sin embargo, Fernando Guevara, director de departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional sede Medellín, consideró que los resultados ambientales valen la inversión.
“Es una ciudad colapsada por la contaminación y si se logra reducir y mejorar la calidad de vida, vale la apuesta’, aseguró.
Por su parte, César Hernández, gerente del Metroplús, detalló que el convenio nació en asocio con EPM, secretaría de Movilidad, el Área metropolitana y el Metro, empresa que adquirió el articulado.
Es una ciudad colapsada por la contaminación y si se logra reducir y mejorar la calidad de vida, vale la apuesta
Hernández aseguró también que, a pesar de ser el gas (combustible hoy utilizado) una tecnología limpia como la eléctrica, en Colombia las reservas no están definidas y hay dificultades en la explotación y el suministro.
Solo en un 60 por ciento de las rutas urbanas se moverá el articulado y el bus padrón, de menor tamaño, y que todavía está a la espera de adjudicársele la ruta que tendrá.
Para el 2030 se espera que todos los sistemas de transporte del valle de Aburrá hayan realizado el cambio a combustible eléctrico.
MARÍA CAMILA SALAZAR RUIZ
Para EL TIEMPO
camsal@eltiempo.com