Las ciudades no están preparadas para los grandes cambios tecnológicos que se están dando en el mundo. Y, para contrarrestar esta realidad, es necesario ayudar a que la sociedad se adapte a esos cambios radicales causados por las nuevas tecnologías.
Es ahí donde aparece la Fundación Fastrack Institute. Esta es una entidad sin ánimo de lucro que se encarga de apoyar a las ciudades para que el encuentro con la tecnología sea lo más positivo posible.
Fastrack nació gracias a Salim Ismail, ex director de innovación de Yahoo; al médico Maurice R. Ferré, fundador de Mako Surgical, empresa pionera en cirugías asistidas por robots, y al antioqueño Rodrigo Arboleda, quien ha trabajado en diferentes causas filantrópicas que tienen como base el uso de la tecnología.
El objetivo que tiene ahora es convertir a Medellín en piloto de la sociedad del mañana, por esta razón eligieron a la ciudad para iniciar el trabajo de la Fundación Fastrack Institute.
Un alcalde en este momento no necesita invertir mayores cantidades en proyectos de largo alcance de infraestructura
Cuando invitaron a Arboleda a formar parte de este grupo hizo una petición: que comenzaran a trabajar con Medellín, porque considera que “se ha ganado el respeto y la admiración de la gente por haber evitado el sucumbir y el caer al abismo”.
Entonces iniciaron el proyecto en la capital antioqueña. Hablaron con entidades públicas y privadas y consiguieron los recursos necesarios.
Fastrack les explicó que no se deben rechazar las tecnologías exponenciales, virales y disruptivas. Estas aumentan y se expanden rápidamente, produciendo, además, una interrupción inesperada de algo, en este caso, en la sociedad.
Frente a este desarrollo científico, lo que se debe hacer es “acelerar su adopción, tratando de minimizar al máximo los aspectos negativos que puedan afectar a algunos sectores de la sociedad”, dice Arboleda.
Fastrack lo que hace es buscar alternativas para resolver los problemas que las ciudades dicen tener.
Lo hacen convocando a expertos de todo el mundo, quienes trabajan en módulos de 16 semanas. Ellos tienen como meta que los estudios que realicen se hagan en aproximadamente una décima parte del tiempo o una décima parte del costo de lo que metodologías tradicionales emplean.
En Medellín decidieron intervenir cuatro aspectos: inclusión financiera, movilidad, salud y educación. Sin embargo, cuando comenzaban a trabajar, se dio la emergencia ambiental, por lo que vieron la necesidad de agregar un tema más a la agenda: calidad del aire.
Este estudio cuenta con el apoyo de expertos de Alemania, Estados Unidos y España, entre otros países, que trabajan durante 16 semanas en cada uno de esos temas a través de videoconferencias. De igual forma, también hay una parte de trabajo de campo.
Es un tema común en la mayoría de las ciudades. Dice Arboleda que las tecnologías producen verdaderos resultados en este aspecto.
“Un alcalde en este momento no necesita invertir mayores cantidades en proyectos de largo alcance de infraestructura, porque les van a sobrar vías dentro de 10 años. Lo que tiene que tratar es de acelerar la inclusión de los vehículos autónomos eléctricos que van a liberar las grandes congestión de tráfico”, asegura Arboleda.
Aquí buscan que la base de la pirámide social, que son las personas con menos recursos, puedan tener acceso a un crédito mucho más estable y más digno. Ya hay tecnologías que reemplazarían el que las personas acudan a los ‘gota a gota’ o ‘pagadiarios’.
SaludLa clave de la salud en el futuro está en que el sistema se convierta en preventivo y no curativo. Así se evitarían las crisis actuales que existen en el país.
Educación“En esta materia no se pueden evidenciar resultados a corto plazo, pero es uno de los más importantes. A largo plazo puede dar respuestas a la formación del perfil de ciudadano que necesitamos”, comenta Arboleda.
Calidad del aireApenas comenzaron a trabajarlo, a raíz de la emergencia ambiental que vivió la ciudad. Pero es uno de los más importantes.
Arboleda asegura que lo que Fastrack está haciendo en Medellín se está volviendo un modelo que ciudades del mundo quieren imitar. Ella será ejemplo para las sociedades del futuro porque, explica, las tecnologías son fundamentales para que el mundo cambie en beneficio de los ciudadanos.
MATEO GARCÍA
Para EL TIEMPO
Medellín