Una frase en común han pronunciado las 139 personas que han sido rescatadas en la tragedia del embalse de Guatapé: “Estamos vivos de milagro”.
A estas palabras, que más parecen por momentos una oración de agradecimiento, se le han sumado datos que desde ya se convierten en materia de investigación para las autoridades: la embarcación no tenía chalecos salvavidas.
“Cuando compramos los tiquetes a ninguno de nosotros se le entregó chaleco salvavidas”, expresó María Álvarez, una de las sobrevivientes de la tragedia.
Tampoco hubo un protocolo de evacuación claro. Las personas, asustadas, comenzaron a tomar decisiones por su cuenta. Algunos saltaron y otros esperaron a que llegaran los barcos a rescatarlos.
“No sabemos qué pasó, a los 5 minutos de haber salido todo iba normal cuando sentimos un ruido, se fue la luz y vimos que una parte del barco se hundió. Entonces todos acumulamos el contrapeso al otro lado del barco. Hubo muchos gritos, y el agua comenzó a llenarnos rápidamente y los que estaban arriba no nos estaban dejando subir. Cogí dos niños y me preparé para salir nadando”, le contó un sobreviviente a EL TIEMPO horas después de la tragedia.
Pude sacar a mis dos hijas, una de ellas tiene 16 meses y eso fue a lo que yo me aferré, a mi hija
También se han escuchado otras voces de protesta porque no había un cuerpo de socorro municipal que actuará de manera oficial. José Alberto Villegas Gutiérrez, otra de las personas que logró salir ilesa, contó en medio del llanto que fueron las mismas embarcaciones turísticas las que se acercaron para rescatarlos.
“Íbamos 19 personas y nos faltan dos. En este momento estamos esperando aquí, estamos esperando para ver qué sucede. Lo único que sabemos es que mi Dios fue el que nos hizo salir hoy. Nosotros estábamos en el segundo piso y en el primer piso era donde había mucha más gente, esa parte fue la que cayó instantáneamente. Nosotros qué hicimos, tratamos de estabilizar pero el agua era impresionante y fue cuando nos botó a todos. Ahí logramos salir. La gente que estaba por ahí trató de ayudarnos”, dijo.
También expresó que fueron las embarcaciones cercanas quienes intentaron ayudarles: “La gente que estaba por ahí trató de ayudarnos. La gente del tercer y cuarto piso se pudo montar más ligero, los otros llegaron a tirarnos salvavidas porque realmente el barco no tenía nada, estaba inseguro. Nosotros llegamos confiados porque uno confía en ellos; pero, con esto que sucedió, hay que ponerle más cuidado. Solo tenían unos tubos envueltos con unos papeles y con unas bolsas”.
Entre los gritos, donde las personas pedían auxilio y socorro, como narran los sobrevivientes, lo único que intentaron las personas fue salvar a sus familias. José dice que sintió impotencia y a la vez felicidad. “Pude sacar a mis dos hijas, una de ellas tiene 16 meses y eso fue a lo que yo me aferré, a mi hija”.
A las voces de las víctimas también se sumaron gritos de indignación luego de que se conociera que, días previos a esta tragedia, la embarcación, conocida como El Almirante, se había hundido en otras ocasiones.
Estas declaraciones fueron sostenidas por lancheros que trabajan en la represa, quienes además confirmaron que no fue un solo hundimiento, fueron dos. Dicen que el primero de ellos se dio cerca de un lugar conocido como la Isla de la Fantasía y el segundo en el muelle del malecón. Ambos, en su momento fueron controlados.
Vecinos de la zona contaron que el dueño mandó a arreglar la embarcación.
Las autoridades no se han pronunciado con certeza sobre las posibles causas de esta tragedia. Sobre las 9:30 a.m., del lunes 25 de junio, agentes de CTI y de la Fiscalía de Colombia llegaron hasta la zona para realizar las respectivas investigaciones.
Según ha informado el Ministerio de Transporte, los papeles de El Almirante se encontraban a la orden del día.
Las preguntas que deja esta tragedia también se han difundido en redes sociales donde los cibernautas se preguntan esencialmente por la regulación y las normas existentes en Guatapé. También se dejan leer testimonios de dolor y apoyo a las víctimas.
ELTIEMPO.COM
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