El caño La Míster del barrio Santa Cruz, en la Comuna 2, se convirtió en un basurero. Bolsas con desperdicios, restos de comida, escombros, palos, ladrillos y hasta muebles que son arrojados por la comunidad se extienden por toda la orilla de la canalización a su paso por ese sector.
Por tal razón, animales como ratas, que transmiten las enfermedades Hantavirus o Leptospirosis o el mosquito aedes aegyptis, que transmite el dengue, el chikunguña y el zika han encontrado en esas aguas contaminadas las condiciones necesarias para reproducirse y multiplicarse.
“Para llegar del trabajo a mi casa, yo me metía por un atajo donde tenía que atravesar el caño. Últimamente hay un ‘mosquitero’ tremendo. El viernes del mes pasado, empecé a sentir que me dolía todo. Los huesos, la cabeza, el estómago. Además, me aparecieron unas ronchas por todo el cuerpo. El miércoles no aguantaba más y fui al médico, quien me diagnosticó el dengue”, relató Sandra Marcela Restrepo, una de las vecinas afectadas por las condiciones del caño.
Otra de las perjudicadas fue María Eugenia Yepes, quien atiende su negocio La Ventanita, ubicada en el barrio.El pasado septiembre, tanto ella como sus dos hijos fueron diagnosticados con la misma enfermedad.
“Primero fue mi hijo menor, luego el otro y, por último, yo. Conmigo empezó como un dolor de cabeza que se extendió por todo el cuerpo. Fue una cosa que yo pensé que me iba a morir”, dijo Yepes.
Así como ellas, otras 25 personas se contagiaron de dengue durante los últimos dos meses, sin ningún caso que lamentar.
Así lo confirmó la presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Santa Cruz, Aceneth Rodríguez, quien, a raíz de la epidemia, envió el pasado 14 de septiembre una carta a la Alcaldía de Medellín detallando cómo estaba la situación.
“La gente se enfermó por todo lo que había en el agua. Todo lo arrojaban allí los mismos vecinos. A la gente le falta mucha cultura ciudadana, porque son inconscientes del daño que causan”, explicó la presidenta.
También denunció que, hace un año, cuando la Alcaldía demolió 17 casas en un predio del barrio, los escombros cayeron a la canalización, que nunca limpiaron.
Añadió que su preocupación nació al ver tantos vecinos enfermos de dengue.
Según explicó Rodríguez, el problema, que se origina desde la canalización del caño, lleva cuatro años.
La Administración respondeLa Secretaría del Medio Ambiente, el Departamento Administrativo de Gestión de Riesgos (Dagrd) y Empresas Varias de Medellín (Emvarias) adelantaron, desde el pasado miércoles y hasta ayer, una intervención en La Míster y otras dos quebradas de la ciudad.
La labor consistió en el retiro de sedimentos, enseñanza a la comunidad del manejo adecuado de residuos sólidos y limpieza de cauces.
Además de los trabajos de limpieza, hubo actividades de educación ambiental y encuentros con los comités comunitarios de gestión del riesgo.
“La idea es que nosotros, como institucionalidad, la mantengamos limpia, pero es más importante que la comunidad se vincule para que las labores que nosotros realizamos sí sean efectivas y tengan sostenibilidad en el tiempo, porque de nada sirve que limpiemos y a la semana vuelvan a lanzar los desperdicios al caño. Queremos cerrar el ciclo de limpieza: que nosotros limpiemos y ellos contaminen”, manifestó el secretario de Medio Ambiente, Óscar Hoyos Giraldo.
Dijo, tambíén, que esta intervención mejoraría la calidad de vida de los habitantes de Santa Cruz en tres aspectos.El primero es que se reduciría la propensión al riesgo porque “cuando usted tiene mucha basura en la quebrada, eso genera represamiento que hace un barrido que aguas abajo podría causar una tragedia”.
El segundo es que no hay proliferación de vectores como moscos, zancudos y ratas y el tercero es el paisajismo. “No es lo mismo ver una quebrada limpia a una contaminada”, explicó Hoyos.
Sin embargo, para Rodríguez, esos tres días no fueron suficientes para tratar todo el caño.
Y es que, en la parte más alta del barrio donde también pasan las aguas y hay basuras acumuladas, las entidades estatales no realizaron la intervención.
“Allá todavía se ve la basura y los escombros. En las partes que trabajaron quedó el caño muy bonito, pero en tres días es imposible que trabajen todo el problema”, explicó Rodríguez.
Por su parte, Sandra Restrepo espera que la comunidad coopere y sea conciente de los peligros que trae arrojar los desperdicios domésticos a las aguas.
JESÚS DE LEÓN
MEDELLÍN